NOTAS AL MARGEN
David Fernández
Los profesores recuperan el control de las aulas
Ayer dejé a mi perra atada unos minutos a un poste y al regresar encontré a un chico con rastas acariciándola y hablándole, ignorante de que Vicky no entiende el castellano ni ningún otro idioma, tampoco el guaguau, porque está completamente teniente, es sorda de nacimiento. La escena me conmovió y me hizo pensar en lo injusto de expresiones de gran aceptación popular, como la de perroflauta. El palabro, nacido para identificar a seres ambulantes, y en ocasiones mendicantes, que pueblan la geografía urbana acompañados de un animal y un instrumento musical, ha acabado extendiéndose a aquellos que no mantienen la imagen ni los hábitos de consumo mayoritarios. Los propietarios de transnacionales que elaboran prendas subcontratando a empresas del Tercer Mundo, que esclavizan a mujeres, hombres y niños con horarios exagerados seis y hasta siete días a la semana a razón de uno o dos dólares diarios, transitan por la existencia con un guardaespaldas detrás y con un don por delante. Son canonizados por parte de la población desnortada. En cambio, los que no dañan a nadie y lucen vidas alternativas son despreciados incluso por jóvenes desconocedores de las tropelías propiciadas por el actual sistema productivo.
Otra palabra repugnante y malintencionada es feminazi, usada para descalificar a quienes batallan en defensa de los derechos de la mujer. Acertada o erróneamente, he opinado alguna vez contra lo que considero usos equivocados del dinero público, como el empleo de partidas para crear una calendaria que rebautice los meses como enera, febrera o marza. Pero lo cierto es que la inmensa mayoría de las subvenciones son necesarias y el total de la suma es infinitamente menor del que exagera y propaga la nueva derecha con sus viejísimas ideas. Lo que se pretende, y se conseguirá si copan el Gobierno central y la mayoría de ayuntamientos y diputaciones, es una enmienda a la totalidad y una vuelta a la desprotección que sufrieron las mujeres hasta los 70. De ahí la pertinencia de las movilizaciones feministas que se inauguran con la manifestación del próximo día quince.
Y me maravilla, para acabar, que la granadina Kim Pérez, transexual y activista histórica, anuncie, a sus 77 años, que iniciará una huelga de hambre para condenar el infierno social y legal al que pueden regresar muchas personas por el mero hecho de ser distintas. Su iniciativa constituye un viva a la diferencia. ¡Un símbolo de la resistencia frente al riesgo de que se vuelva a maltratar a los que apenas hasta anteayer se designaban como bichos raros o maricones por la gracia de Dios!
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