El rover Perseverance ya está en Marte (ha amartizado) y la gran pregunta es ¿se podrá vivir en un futuro cercano allí? La verdad es que la respuesta a esta pregunta no me inquieta mucho, soy como la mayoría de los seres humanos, a cada uno nos interesan nuestras cosas, y además, no tengo previsto viajar a Marte.

Para los que hemos dedicado nuestra vida profesional a la educación no hay nada más importante en esta vida. Es el pilar de la sociedad y gracias a ella podemos organizar nuestra vida en la tierra. Desde la Grecia clásica, la educación fue un pilar fundamental en la organización de nuestras vidas. Pero en los tiempos de pandemia en que vivimos nadie puede dudar del valor de los sanitarios, sin ellos no tendríamos salud. Todas las profesiones relacionadas con las necesidades básicas del ser humano se ha demostrado en estos meses de pandemia su importancia. La alimentación, la climatización, la seguridad se han visto valoradas como nunca.

Pero me van a permitir que me refiera a un elemento muy singular de nuestro país, los bares, se ha demostrado sobradamente su importancia para las relaciones personales, para socializar. Por eso algunos políticos no han tenido ningún problema en afirmar que los camareros deberían ser priorizados a la hora de la vacunación por ser una "profesión esencial". Sí, lo han afirmado sin ningún rubor. Es cierto que estamos en un país eminentemente turístico y que nuestra economía depende en mucho de la hostelería pero pedir que se abran los bares, que se amplíen los horarios, parece exagerado. Ha faltado pedir que se pongan "bares de guardia" por ser para muchos esenciales en su vida.

Todos hemos visto la gran ocupación que se produce en los bares cuando se levanta mínimamente las restricciones. Algunos se sienten más seguros en los bares que en su casa, se liberan de las "dichosas mascarillas y se comunican animadamente con gran despreocupación. Me recuerda el juego de niños del pilla pilla, los bares "son casa", en ellos estamos a "salvo". Cuando la velada se alarga nos olvidamos del virus completamente, con el consecuente riesgo de contagiar o ser contagiados. No quiero ni pensar cómo se pondrán los bares cuando llegue la primavera, ojalá haya sido exitoso el plan de vacunación y la pandemia esté más controlada porque si no iremos de ola en ola.

Siempre me acuerdo de Platón y Aristóteles que afirmaban que el ser humanos era social por naturaleza y que vivimos y nos realizamos en sociedad. Entre nuestros objetivos está ser felices y ¿quién es más feliz que aquel que se rodea de amigos y se divierte?

"Lo que más me sorprende del hombre occidental es que pierde la salud para ganar dinero, después pierde el dinero para recuperar la salud. Y por pensar ansiosamente en el futuro, no disfrutan el presente". No puedo estar más de acuerdo con este pensamiento. Si no hay bares en Marte, aunque el viaje del Perseverance sea muy importante para la ciencia, a mí que no me esperen...

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