La medalla de?San Raimundo

Si no quieres taza, taza y media. Cuando gran parte de los jueces y fiscales llevan días expresando su rechazo al proyecto de ley de acceso a la carrera judicial y la reforma del Estatuto del ministerio fiscal –englobados en lo que ya se llama Ley Bolaños–, el Ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, entrega al ex presidente José Luis Zapatero la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort.

Se trata de la condecoración que premia a quienes han tenido un papel relevante en la Administración de Justicia. Desde los ex ministros de Justicia a directores y altos cargos de las instituciones del Estado relacionadas con la Justicia, jueces, fiscales, catedráticos y abogados de reconocido prestigio en ese campo. La condecoración a Zapatero y al ex abogado y político Pedro Zerolo por su papel en la lucha por el reconocimiento de los derechos de los homosexuales, llega en el momento menos adecuado, cuando las iniciativas legislativas de Bolaños, que quiere presentar por el trámite de urgencia, han provocado una manifestación el pasado sábado apoyada por las asociaciones judiciales excepto la Progresista y Jueces para la Democracia, y una convocatoria de huelga para los tres primeros días de julio, que de momento se mantiene.

Coincide además con una etapa especialmente convulsa en el Gobierno y el PSOE, con casos de presunta corrupción que han encendido el escenario político y social, en el que se han evidenciado las presiones de Moncloa y Ferraz, a través de medios de comunicación afines, a los jueces que investigan esos presuntos delitos que afectan incluso al círculo familiar de Pedro Sánchez.

En algunos de los hechos investigados aparece el nombre del ex presidente de gobierno, Zapatero, como promotor y facilitador de operaciones internacionales vinculadas fundamentalmente con la Venezuela de Maduro y la compra y venta del petróleo de ese país. Pero no solo esas negociaciones, que deberían ser explicadas.

Por otra parte la concesión de la medalla de San Raimundo de Peñafort llega en un momento crítico que para el futuro de la carrera judicial y fiscal, por el mencionado proyecto de Ley de Bolaños que convierte en jueces a los sustitutos con cinco años de oficio, sin necesidad de oposiciones; los que no se encuentran en esa situación, deberán comparecer para aprobar la oposición ante un comité nombrado por el gobierno. Lo que hace sospechar que el proyecto elaborado por el ministro de confianza de Pedro Sánchez, trata una vez más de colocar en las instancias convenientes a profesionales de su confianza. Y “salvar” así a imputados cercanos a Moncloa y Ferraz.