Ser médico en España: “susto?o muerte”

06 de julio 2025 - 03:08

Hace unos días veía con indignación en televisión una intervención donde un tertuliano argumentaba que, ante la escasez de ginecólogos durante el periodo vacacional en un hospital, estos profesionales deberían renunciar a sus vacaciones, apelando a su responsabilidad para con sus pacientes según el juramento hipocrático. La opinión fue compartida de manera unánime por los participantes en el debate, lo que revela una percepción que posiciona a los médicos como trabajadores de segunda categoría.

Este enfoque también se refleja en la rapidez con la que se pretende aprobar el estatuto marco propuesto por el Ministerio, ampliamente rechazado por el colectivo médico. Por un lado, tenemos la Sanidad pública, otrora orgullo nacional, en la que los médicos se enfrentan a jornadas interminables, que impiden la conciliación familiar, con unas retribuciones que no reflejan la responsabilidad del profesional y con una burocratización y falta de autonomía absurda y creciente, que genera frustración y sensación de impotencia y un gran desgaste profesional. De otro lado la Sanidad Privada, en la que se han alcanzado cuotas de pólizas récord tras la pandemia, generando importantes beneficios a las aseguradoras que, en connivencia con los grupos hospitalarios privados, imponen a los médicos un sistema de trabajo, basado en baremos indignos de hace 30 años que obliga a estos (muchos falsos autónomos) a trabajar con agendas numerosísimas, generando una deficiente calidad asistencial. La medicina en España atraviesa un momento crítico. Atrás quedó la imagen romántica de la vocación altruista sostenida por la admiración y el respeto social.

Hoy, quienes dedican su vida a cuidar la salud de la población, se enfrentan a una falta de alternativas reales: o eligen la sobrecarga y el desgaste de la sanidad pública, o la precariedad y la presión de la privada. “Susto o muerte”. El resultado se traduce en un éxodo de profesionales, muy cualificados a otros países con mejores condiciones laborales y reconocimiento social. Esto pone en riesgo la sostenibilidad y la calidad del sistema sanitario. La búsqueda de soluciones exige una apuesta decidida por la dignificación de la profesión y el reconocimiento del papel esencial que cumple el médico en la sociedad.

stats