Morante 1– Abderramán 0

15 de agosto 2025 - 03:08

En el manual no escrito de prioridades informativas de Canal Sur, parece que hay una jerarquía muy clara: primero los toros, después… bueno, después ya veremos. El pasado viernes, la historia se escribió en llamas: un incendio en la Mezquita-Catedral de Córdoba, Patrimonio de la Humanidad, símbolo de la ciudad y joya arquitectónica de valor incalculable. Un suceso de esos que uno pensaría que obligan a interrumpir cualquier programación, aunque sea para decir: “Señores, arde un trozo de nuestra historia”.

Pero no. En Canal Sur, la “plaza” era Marbella, y el “patrimonio” se llamaba Morante de la Puebla. La retransmisión de la corrida no se interrumpió. Faltaría más. Se ve que, en la escala de valores informativos, un derechazo bien dado siempre pesa más que 1.200 años de historia.

Lo grotesco no termina ahí. En Córdoba, los trabajadores del centro territorial de Canal Sur reaccionaron como cualquier profesional serio: prepararon un directo, aunque muchos ya habían terminado su jornada. Estaban listos. Pero la dirección decidió que no era necesario interrumpir la lidia marbellí para mostrar las llamas califales.

Luego llegó la explicación oficial de la directora en funciones de Canal Sur, que pasará a los anales por su nivel de estulticia: montar un directo es complicado, vino a decirnos. Muy complicado. Vamos, que parece que hacer una conexión hoy día requiere una NASA entera y no un teléfono móvil como el que cualquier adolescente usa para retransmitir cómo su gato duerme. La tecnología de 2025 al servicio de la televisión pública, pero con mentalidad técnica de 1988.

El mensaje que queda es demoledor: en Canal Sur, el pasado andalusí no arde lo bastante fuerte como para competir con la emoción de una verónica. Y, de paso, nos recuerdan que en la tele pública andaluza, la palabra “pública” cada vez pinta menos, y la palabra “andaluz” es muy selectiva: Sevilla y su feria, Málaga y sus galas, y, cómo no, Marbella y sus toros. Córdoba… que arda si quiere.

Lo triste es que no hablamos de un despiste puntual, sino de una decisión editorial. Un síntoma más de un modelo de televisión que confunde cultura con folclore de postal, y servicio público con chapuzas para minorías muy ruidosas. La Mezquita podrá reconstruirse si un día el fuego la alcanza de verdad, pero la credibilidad de Canal Sur… esa sí que está en peligro de extinción.

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