Las dos orillas
José Joaquín León
Noticia de Extremadura
La derecha, por el fascismo y el nazismo, y la izquierda, por el comunismo soviético, quedaron vacunadas del virus totalitario. La vacuna –busco las palabras exactas en el Portal Europeo de la Vacunación– introduce en el organismo una pequeña parte o una forma debilitada o inactivada de un virus o una bacteria, que se denomina antígeno, para enseñar al sistema inmunitario a combatir una enfermedad cuando entre en contacto con ella, de tal forma que el sistema inmunitario de la persona vacunada active las células inmunitarias para producir anticuerpos y crear una memoria del virus o la bacteria.
El fascismo, el nazismo y el comunismo soviético introdujeron en el cuerpo social europeo, no una dosis debilitada o pequeña del virus totalitario, sino masiva. Entre 1917 y 1945, Rusia, Italia, Alemania y España la recibieron en sus formas más brutales, capaces de derribar gobiernos, implantar dictaduras y provocar millones de muertes. Y el resto de los países europeos, salvo el Reino Unido, fueron contagiados en mayor o menor medida. Afortunadamente no fue una infección sin cura, sino una bestial forma de vacunación que a partir de 1945 en Europa Occidental, salvo Portugal hasta 1975, España hasta 1975-1978 y la República Democrática Alemana hasta 1989-1990, se hizo imposible el retorno o la implantación de los totalitarismos. La derecha se hizo liberal en el sentido originario de la palabra y la izquierda, eurocomunista o socialdemócrata. Y todas, cada una a su modo, consideraron irrenunciables la democracia y las conquistas del estado de bienestar.
A derecha e izquierda de ellas solo hubo grupos terroristas y exiguas formaciones políticas. En España la vacuna funcionó tan eficazmente que en las primeras elecciones constitucionales de 1979 la coalición de extrema derecha solo logró un escaño frente a los 168 de UCD y el PCE, pese a su giro eurocomunista y haber sido la más dura oposición al franquismo, 23 frente a los 121 del PSOE. Así fueron las cosas hasta el ascenso pionero de la extrema derecha en Francia en 2011 o la extrema izquierda en España en 2015. Y así han continuado hasta hoy. En Europa con el ascenso de la extrema derecha y en España con Vox, de una parte, y Sumar o Podemos, de otra. ¿Ha debilitado el populismo la memoria del virus totalitario?
También te puede interesar
Las dos orillas
José Joaquín León
Noticia de Extremadura
La esquina
José Aguilar
Por qué Sánchez demora su caída
Manual de disidencia
Ignacio Martínez
El corazón en los huesos
Postdata
Rafael Padilla
Cínicos e hipócritas