Cortina de humo

16 de julio 2025 - 03:06

La propuesta de financiación privilegiada para Cataluña que se esbozó en la reunión de la Comisión Bilateral Gobierno-Generalitat del lunes ha tenido la virtualidad de enfadar a todo el mundo. Incluso sus promotores, los partidos separatistas catalanes, consideran que a última hora el Gobierno se ha quedado demasiado corto en aspectos sustanciales, mientras que las once comunidades gobernadas por el PP ven en ella una ruptura de la cohesión nacional y las otras dos de régimen común en la que mandan los socialistas, Castilla-La Mancha y Asturias, una cesión intolerable y el pago de un chantaje. Sólo la Generalitat y el propio Gobierno consideran que cumple sus objetivos. Esto es lo que pasa cuando se gobierna en una permanente contradicción y el rumbo se marca desde fuera. La ausencia el lunes en Barcelona de la vicepresidenta titular de Hacienda y candidata socialista a la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, simboliza a la perfección la situación de caos y falta de claridad en la que se desarrolla la política española en esta legislatura. Montero sabe que la financiación privilegiada para Cataluña, cuando falta menos de un año para que los andaluces acudan a las urnas, empeora de forma notable sus ya muy escasas perspectivas para esos comicios. La candidata es consciente de que por mucho que intente lanzar la cortina de humo de que el sistema que se crea para Cataluña es ampliable al resto de los territorios no cuela en Andalucía. Por muchas razones, la principal de las cuales es que el modelo de cupo catalán responde a la exigencia de fuerzas separatistas y está diseñada para que se beneficie una de las comunidades más ricas de España en detrimento del conjunto. Andalucía es una comunidad que por sus circunstancias económicas y sociales necesita de la solidaridad de las autonomías más favorecidas. La ruptura de ese principio la coloca en una posición todavía peor en la distribución de la riqueza nacional.

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