La pujanza de la FP

13 de diciembre 2025 - 03:07

Los estudiantes que se gradúan en Formación Profesional (FP) en Andalucía disponen de una oferta laboral más amplia y consiguen un trabajo en menos tiempo. Así se deduce de los informes anuales que elabora el Ministerio de Educación. La conclusión principal resulta definitiva: más de un 40% de los egresados en alguno de los tres ciclos que se imparten en la comunidad encuentran una colocación menos de un año después de abandonar las aulas. Más allá de que cursar estos estudios resulta menos exigente para los alumnos en comparación con los superiores, sí que hay un dato que debe leerse con detenimiento en las universidades públicas. La FP se adapta mucho mejor a las necesidades de las empresas, lo que facilita la empleabilidad. En un mercado laboral en constante transformación, las instituciones académicas deben saber ajustar sus planes de estudios a las futuras salidas profesionales y no caer en una obsolescencia formativa por su resistencia a los cambios y su lenta burocracia para aplicarlos. Y la FP se muestra, por ahora, mucho más ágil que sus posibles competidores al interpretar este mensaje. En el caso de la básica, la inserción laboral alcanza el 21%, en el grado medio, la proporción asciende al 34% y en el superior, llega al 46%, según los datos oficiales del curso 2022-2023. En cuanto a las retribuciones de estos profesionales, aunque sus salarios han subido una media de 3.000 euros anuales en los últimos cuatro años, tanto en el grado medio como en el superior Andalucía se sitúa a la cola de España. Nada nuevo pero que no puede asumirse como normal. Un estudio de Adecco, publicado el pasado verano, señalaba que el salario medio en la región era, en general, casi un 12% inferior al promedio nacional. Trabajadores con similar formación que sus compañeros de otras comunidades pero peor pagados. La FP resulta una historia de éxito en la última década. Hay que perseverar y servir también como acicate para la universidad.

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