Tribuna

Armando Zuluaga Gómez

Presidente y Junta de Gobierno de la Real Academia Medicina y Cirugía de Andalucía Oriental, Ceuta y Melilla

Cien años del descubrimiento de la Anestesia Metamérica

Fidel Pages Miravé demostró su compromiso para con los demás al estudiar, descubrir y aplicar su técnica anestésica para mitigar el dolor en los soldados que sufrían las consecuencias de la guerra

Una constante histórica de la medicina ha sido luchar por el control de las infecciones, el control de la hemorragia y el alivio del dolor.

La lucha contra el alivio del dolor es tan antigua como la propia ciencia médica. En Mesopotamia, los Sumerios 4000 a.c, cultivaban la amapola de donde se extraía el opio. Los chinos, 1600 a.c, ya practicaban la acupuntura. En La Odisea se mencionaba el uso de la mandrágora. En el siglo XV, Teodoro de Lucca, describe el uso de esponjas empapadas en opio, beleño y jugo de mora verde.

La ciencia y la tecnología no dan tregua al tiempo. Nace y empieza a desarrollarse lo que verdaderamente es la anestesia (del prefijo griego an (sin) y aesthesisis (sensibilidad o sensación). En 1844, Horace Well emplea el óxido nitroso o “gas de la risa”, para la extracción de piezas dentarias. Pero fue en 1846 cuando Willian Morton, considerado hoy como padre de la anestesia, utiliza el éter como gas anestésico, para la extirpación de un tumor en el cuello, llevada a cabo por el cirujano John C. Warren, en el Hospital general de Massachusetts. El inhalador de éter de Morton se difundió posteriormente por todo el globo terráqueo.

En este año 2021 se celebra el centenario del descubrimiento de uno de los acontecimientos que marcó un antes y un después en la cura del dolor primero, y en la aplicación de una técnica anestésica locoregional después, para el empleo en múltiples intervenciones quirúrgicas, así como ayuda fundamental al parto sin dolor.

El doctor Fidel Pagés y la imagen de su publicación sobre anestesia metamérica El doctor Fidel Pagés y la imagen de su publicación sobre anestesia metamérica

El doctor Fidel Pagés y la imagen de su publicación sobre anestesia metamérica / G. H.

Su autor, Fidel Pagés Miravé, un gigante de la Medicina, un médico de la Sanidad Militar, cuyo nombre se inscribe hoy con letras de oro por una de las grandes contribuciones a la medicina del siglo XX.

El Dr. Pagés Miravé (1886-1923), nació en Huesca (Aragón) y falleció en Quintanapalla (Burgos), a la corta edad de 37 años, en un desgraciado y lamentable accidente de tráfico en la conocida “cuesta de la brújula”.

Ha dejado un legado y un recuerdo imborrable en la historia de la medicina, un ejemplo de humanismo médico, solidaridad y compromiso, siendo por ello hoy conocido como un médico universal.

Sus trabajos se publicaron, entre otros, en revistas de Sanidad Militar y en la Revista Española de Cirugía, de la cual fue fundador. Su título Anestesia Metamérica hoy conocida como Anestesia Epidural (también extradural o peridural), y que consistía, en una inyección de solución anestésica de novocaína, en ese espacio virtual, conocido anatómicamente como espacio epidural.

Su descubrimiento no fue casual, sino fruto del estudio anátomo topográfico, que le llevó a descubrir un espacio virtual que se encontraba por delante de las meninges, en donde al inyectar la solución anestésica, conseguía bloquear las raíces nerviosas metaméricas (de ahí el nombre original de la técnica), que salían de la médula espinal.

Como médico cirujano de sanidad militar, fue destinado a Melilla, en donde tuvo oportunidad de conocer y solidarizarse con militares del ejército español destinados a aquella demarcación, y que sufrieron una de las peores catástrofes militares españolas del siglo XX, como fueron las guerras del RIF en las montañas del norte de Marruecos.

Fue aquí donde Fidel Pages Miravé demostró su humanismo médico, su solidaridad y compromiso para con los demás, que lo llevaron al estudio, descubrimiento y aplicación de su técnica anestésica para mitigar el dolor (anestesia metamérica) en los soldados que sufrían las consecuencias de tan cruel guerra.

Casado con la señora Berta Bergenmann Quiros, de origen alemán, aprendió su idioma que llegó a dominar, gracias a lo cual, fue comisionado en 1917 y en plena guerra mundial, para inspeccionar los campos de prisioneros astro-húngaros, y practicar un no desdeñable número de intervenciones en el hospital número 2 de Viena, en donde su teoría de la anestesia metamérica empieza a desarrollarse.

Pero la publicación de su técnica no tuvo lamentablemente repercusión hasta 11 años después de su descubrimiento, no exento de polémica, pues en 1931 el cirujano italiano Achile Mario Dogliotti (1897-1966), publica su método de anestesia epidural lumbar, en revistas de amplia difusión mundial. No sabemos si su trabajo publicado, fue producto del desconocimiento o a la mala intención de hacerse con algo que no le pertenecía.

Gracias al cirujano argentino Alberto Gutiérrez, que en el año 1932, con motivo del IX Congreso de la Sociedad Internacional de Cirugía celebrado en Madrid, reivindica los trabajos del Dr. Pagés Miravé, que hacen que la Academia de Cirugía de Madrid y la propia Sociedad Española de Anestesiología reconozcan a Pagés como el descubridor de la técnica, y que ésta lleve su nombre.

Rindamos pues el homenaje que se merece a este gran médico, humanista, estudioso, comprometido y solidario, que ya es una leyenda, como muchos otros de nuestros científicos, y que en este año 2021 hemos celebrado el centenario del descubrimiento de una técnica universal que ha contribuido al alivio del dolor primero, y a su aplicación después, en distintas técnicas quirúrgicas que empleamos en la actualidad.

Honor también a la ciudad de Melilla que tuvo el orgullo de tenerlo entre sus personajes ilustres, y que esperamos y deseamos que el nuevo Hospital Universitario de la ciudad lleve su nombre, precedida al frente por su busto como homenaje y reconocimiento a su ingente labor.

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