Tribuna

Emilia Santos García

Responsable de Educación de CSIF Granada

Los docentes como piedra angular del sistema educativo

Este jueves se celebra el Día Mundial del Docente y desde el sindicato denuncian los problemas de estos trabajadores para desempeñar su labor

Imagen de archivo de una clase en Granada.

Imagen de archivo de una clase en Granada. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

Este jueves 5 de octubre conmemoramos el Día Mundial del Docente bajo el lema de la UNESCO "Los docentes que necesitamos para la educación que queremos: el imperativo mundial de acabar con la escasez de docentes". Desde CSIF Granada, como sindicato mayoritario en la educación pública de la provincia y de Andalucía, celebramos este homenaje al profesorado desde la reflexión y la denuncia. Durante los 365 días del año estamos al otro lado para atender y ayudar a nuestros docentes, visibilizando, dignificando y reconociendo su labor.

Si bien hoy, en esta efeméride, nos sentimos en la obligación de poner nombre a todos los males endémicos que arrastra nuestra educación pública y que, por extensión, nuestros docentes cargan a sus espaldas, a diario y muchas veces en solitario: altas ratios, exceso de burocracia, alta temporalidad, cambios de leyes educativas, altos niveles de fracaso escolar, atención a la diversidad sin medios humanos y un largo sinfín.

Es una realidad que el docente ve que cada vez tiene más problemas para desempeñar su trabajo con la calidad y con la dedicación que debería tener. El profesorado continúa con las mismas ratios y horario lectivo que hace 30 años, por no hablar de la implantación de la LOMLOE, que está suponiendo un ataque a la autonomía pedagógica y a la libertad de cátedra. La educación debería mantenerse al margen de los vaivenes políticos sin estar sometida ni al partido político que gobierne ni a una inseguridad jurídica continua.

Desde CSIF defendemos plenamente los valores de la enseñanza pública y tenemos en la defensa del profesorado nuestro eje de acción sindical. Y para ello necesitamos de un Pacto de Estado que eleve la consideración social de este colectivo, lo dignifique y proteja ante los avatares que sufre en primera persona a pesar de ser la llave maestra para el desarrollo social. Se ve muchas veces cuestionado por la sociedad, sus condiciones laborales le hace sentirse infravalorado y, por si fuese poco, debe vivir episodios violentos e incluso dantescos como el ocurrido hace pocos días en Jerez de la Frontera que ponen de manifiesto la vulnerabilidad a la que está expuesto.

Hemos trasladado nuestra consternación por lo ocurrido a la comunidad educativa, pero nuestra denuncia es hacia la Administración: necesitamos medidas y recursos preventivos para evitar y desterrar este tipo de situaciones de las aulas y centros escolares, que deben ser siempre espacios seguros. Y no nos valen medidas cortoplacistas; en este sentido, urge acometer la necesaria ampliación de plantillas docentes, de forma que se minore el número de alumnado al que atender y que redundaría en una mejora del clima de convivencia, así como el incremento de los docentes especialistas en Audición y Lenguaje y Pedagogía Terapéutica junto a profesionales de Orientación Educativa.

Además nuestra denuncia en este día pasa por la bajada de las ratios, una reivindicación que no por histórica deja de estar de actualidad. La bajada de la natalidad no solo es una realidad sino una constante para los próximos años, por lo que bajar las ratios medio punto no es suficiente para alcanzar la calidad educativa y la excelencia que se merecen nuestro alumnado, el futuro de la sociedad. Ante la bajada de natalidad, en lugar de aprovecharla para incrementar la calidad educativa en nuestras aulas, reduciendo el número de alumnos y alumnas por grupo, se procede sistemáticamente a reducir unidades. No vamos a dar tregua a la Administración educativa y seguiremos denunciando la pérdida de unidades en la enseñanza pública.

Y en este listado de males endémicos que acumula nuestra educación pública no nos olvidamos de la situación con la que la Administración castiga desde hace tiempo a nuestro docentes, sumidos en un continuo papeleo, ajeno a la actividad docente, que les obliga a dedicar horas, incluso fuera de su horario de trabajo, para rellenar plantillas, informes y demás tareas burocráticas que desvían su atención y sus esfuerzos hacia actividades que no les corresponden. Una tarea añadida e injusta que suman a la carga lectiva de cada curso escolar y que sacan adelante por su vocación, pero en condiciones lamentables. ¿Hasta cuándo va a mantener la Administración educativa este sinsentido? El docente no debe desperdiciar ni una sola de sus horas de trabajo para otra cosa que no sea enseñar a sus alumnos, aquello para lo que está preparado y altamente cualificado. Por eso desde CSIF alzamos la voz para decir que “Así no podemos continuar”. No se puede cargar todo sobre el profesorado, sin ayuda y tomando decisiones de calado sin tener en cuenta su opinión profesional.

En estos años, hemos demostrado que con la reivindicación, la perseverancia y el trabajo serio y riguroso es posible cambiar las cosas. Hemos conseguido la equiparación retributiva del profesorado andaluz; desde julio de 2021, contamos con una norma autonómica que reconoce la autoridad pública del profesorado. Nuestro reto es continuar en esta lucha para frenar el deterioro de la educación pública desde el prisma de un mayor reconocimiento del profesorado como piedra angular del sistema educativo.

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