Tribuna

José Entrena

Presidente de la Diputación de Granada

Un reto colectivo

Como sociedad tenemos la responsabilidad de mantenernos firmes, cumplir con nuestro deber y ganar esta batalla

José Entrena, presidente de la Diputación de Granada, en una imagen de archivo.

José Entrena, presidente de la Diputación de Granada, en una imagen de archivo. / Javier Liaño / Efe

Hace ya tres semanas que nos encontramos inmersos en una alerta sanitaria sin precedentes como consecuencia de la pandemia global generada por el Covid-19. Vivimos un tiempo inédito para todas y todos. Aquí y en buena parte del planeta. En la provincia de Granada estamos sufriendo con dureza esta crisis, que es sanitaria, en primer lugar, pero también económica y social. El virus nos está golpeando con una virulencia que jamás hubiéramos imaginado. Y también nos está recordando lo vulnerables que somos.

Sin duda, estamos ante un desafío fuera de lo común. Como individuos, como padres, madres, hermanos o hijos podemos sentir miedo, preocupación e incertidumbre, pero como sociedad, tenemos la responsabilidad de mantenernos firmes, de cumplir con nuestro deber y de ganar esta batalla. Estoy convencido de que lo lograremos.

Hasta ahora, la gente ha estado a la altura de la enorme exigencia que se nos ha planteado. En los pueblos, en el campo, en las ciudades... Estamos ante un reto colectivo que precisa de solidaridad y sacrificio, de espíritu colaborativo. Eso lo ha entendido el conjunto del país desde el primer momento. Los que se quedan en casa, con niños o solos, los que tienen una labor esencial y deben cumplir con su deber para que el resto podamos seguir adelante, los profesionales sanitarios, los de los centros asistenciales y de la ayuda a domicilio, las fuerzas y cuerpos de seguridad, los militares, los agricultores, los transportistas y empleados de supermercados y muchísimos colectivos que siguen dando un ejemplo de lucha y entrega, arriesgando su propia vida.

En la Diputación de Granada estamos especialmente orgullosos de los trabajadores y trabajadoras que están al pie del cañón, en las residencias de mayores, en los centros para discapacitados, en los servicios sociales comunitarios repartidos por toda la provincia, que atiende a los más vulnerables y prestan el servicio de ayuda a domicilio. Unos cuidan y atienden a nuestros mayores, a los que debemos proteger por encima de todo; y otros dan respuesta a personas y a familias que lo tenían difícil todos los días, incluso antes de la llegada del coronavirus. No se puede dejar a nadie atrás y menos ahora.

Por eso, la institución que presido está actuando en el marco de nuestras competencias, con lealtad absoluta al resto de instituciones y con especial atención a los municipios. Estamos en contacto permanente con los alcaldes y alcaldesas, especialmente de los pueblos pequeños, que están dando la cara en estas circunstancias tan difíciles.

Esta situación nos ha colocado en un escenario de emergencia que nos obliga a tomar medidas extraordinarias y es lo que estamos haciendo. Nos ocupamos de garantizar la salud y la seguridad de nuestros trabajadores, y de cuidar a nuestros pueblos y a nuestra gente. Facilitando a los ayuntamientos recursos económicos y materiales o asesorando en múltiples materias relacionadas con la desinfección o residuos. Para poder prestar estos servicios, hemos reducido al mínimo el trabajo presencial y hemos potenciado el teletrabajo en todas las áreas de la Diputación.

El grueso de nuestra capacidad de gestión está orientada ahora mismo a solventar dificultades generadas por la crisis sanitaria. Mucha gente está trabajando, desde todos los ámbitos, para mitigar los efectos de la pandemia en esta provincia. Y eso es algo que pone de manifiesto la solidez y la fortaleza de nuestras instituciones.

Es el momento de insistir en el reconocimiento público de todos los que trabajan por el bienestar colectivo. Desde los empleados públicos hasta los medios de comunicación y empresas privadas. Sin olvidar, las numerosas iniciativas particulares, repletas de humanidad y solidaridad, que nos emocionan y nos llenan de orgullo.

Sin duda, saldremos de esta. Y lo haremos aún más fuertes y más unidos. Recordaremos a los que hemos perdido y trabajaremos para que algo así no vuelva a suceder. Quizás después de esto seamos diferentes. Probablemente cambiarán muchas cosas, pero seguiremos adelante, como hemos hecho hasta ahora, trabajando por el futuro y el progreso de Granada.

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