Más de 900 pacientes se benefician en Andalucía de ensayos clínicos en terapias avanzadas promovidos por la sanidad pública

Más de 900 personas se han visto beneficiadas de los 33 ensayos clínicos en terapias avanzadas puestos en marcha en el seno del sistema sanitario público de Andalucía. Estos ensayos, de carácter académico (realizados en hospitales públicos y promovidos por instituciones académicas, sin participación de la industria farmacéutica), han permitido conseguir alternativas terapéuticas a patologías complejas o sin tratamiento hasta el momento.

En esta labor tiene un papel esencial la Red Andaluza de Diseño y Traslación en Terapias Avanzadas. Esta área de trabajo de la Fundación Progreso y Salud se dedica, entre otras tareas, a fomentar la investigación traslacional en terapias avanzadas, facilitando el acceso a estas terapias para la ciudadanía, así como a coordinar la producción de medicamentos de terapias avanzadas en el propio SSPA.

Esta Red, compuesta por profesionales de alta cualificación científico-técnica, articula su labor en torno a una infraestructura única: los laboratorios GMP de la sanidad pública, integrados en el Servicio Andaluz de Salud, destinados a la fabricación de este tipo de medicamentos y para cuya producción están autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

Los resultados de esta red reflejan claramente su impacto: actualmente se cuenta con 28 productos en desarrollo, de los cuales 22 ya han sido autorizados, evidenciando un modelo de éxito en la traslación clínica de terapias avanzadas que transforma la investigación en beneficios concretos para las personas.

Estos medicamentos resultantes de los ensayos clínicos han podido ser aplicados en pacientes en uso compasivo, pero también algunos de ellos han sido incorporados a la cartera de servicios de los hospitales públicos andaluces, como la piel artificial para grandes quemados o los condrocitos para lesiones articulares.

Esta red actúa como un puente entre la investigación básica y la investigación clínica, permitiendo su traslación al ámbito hospitalario y ayudando a que los avances científicos lleguen cuanto antes a los pacientes. Así se crea un entorno colaborativo donde el conocimiento científico, la tecnología y el compromiso con los pacientes se unen para transformar la investigación en tratamientos que pueden cambiar la calidad de vida de quienes no disponen de otra alternativa terapéutica