Asentado en la cara norte de Sierra Nevada y rodeada por almendros, se encuentra la localidad de Aldeire, una de las ocho que forman el Marquesado del Zenete. A poco más de setenta kilómetros de la capital granadina, este municipio ha estado marcado, entre otras cosas, por la cercanía del Puerto de la Ragua, que fue lo que llevó a la construcción del castillo de Caba desde el que se podía vigilar el paso de viajeros, y del que ahora apenas quedan unos restos.

Demográficamente el pueblo ha sufrido varias veces el despoblamiento por la emigración. Ya en los años treinta, cuando los puestos de trabajo de las minas -en aquel entonces principal motor económico de la localidad- empezaron a disminuir, fueron muchos los aldeireños que se marcharon hacía otras zonas, como sucedió en otros pueblos del Marquesado. En la actualidad sigue siendo la dificultad para encontrar empleo lo que provoca la huida de muchos de sus habitantes, aunque aún quedan muchos otros que optan por agudizar el ingenio y disfrutar de un entorno inmejorable y una forma de vida sosegada en las calles de su pueblo.

Toñi y Rafael son un matrimonio que lleva toda la vida en Aldeire. Sus hijas sin embargo han abandonado la localidad en busca de oportunidades que no pueden encontrar allí. "Es el principal problema de estos pueblos" apunta esta vecina, al tiempo que asegura que "pero aquí se vive muy bien, por la naturaleza, por la tranquilidad y porque nos conocemos todos y sabes que puedes contar con tu vecino para cualquier cosa". Ambos se dirigen hacia casa huyendo de la incipiente nevada, acompañados del asno que carga la madera. "En días como hoy todo el mundo está en la lumbre", asegura Rafael, dedicado a la ganadería con varias cabezas de ovejas.

La leve nevada le aporta una belleza añadida al paisaje, sin embargo, apunta Teresa Vilardel, alcaldesa de la localidad, puede suponer un problema para la cosecha de este año. "Los almendros ya estaban en flor y la nieve puede hacer que se congelen y este año den menos fruto".

La alcaldesa de la localidad confía en que las nuevas plantas termosolares supongan un punto de inflexión para la creación de empleo no sólo en la localidad, sino también en otros pueblos muy cercanos, y es que en esta zona existen varios núcleos separados por apenas un par de kilómetros, por lo que los vecinos de unos y otros pueblos se mueven con asiduidad de una a otra localidad.

Junto a la creación de energía, hay alternativas como el turismo rural. Aldeire cuenta con la ventaja de tener un entorno privilegiado y por el pueblo pasan dos tramos de la ruta de senderismo Sulayr, la ruta más larga de la geografía española que rodea toda Sierra Nevada. Sulayr se constituye en eje vertebrador de la red básica de senderos de Sierra Nevada y representa un símbolo de unión entre un Parque Natural y un Parque Nacional, un sendero que transcurre entre dos provincias, seis comarcas y sesenta municipios.

Además, el municipio ofrece al viajero la posibilidad de disfrutar de la naturaleza con otras opciones como pasar un agradable día en el área recreativa de La Rosandrá, a la que se accede a través de un tranquilo paseo junto al río, un lugar perfecto para practicar senderismo o hacer rutas a caballo hasta el Cerro de San Juan y el Collado del Lobo.

Asimismo la reapertura de la casa forestal como alojamiento rural para los visitantes y el arreglo de caminos rurales de la zona supone una muestra de la apuesta por fomentar esta faceta de la localidad.

Vilardel recuerda que mantener los parajes que rodean el municipio supone también una considerable fuente de empleo para los vecinos, por la limpieza del monte.

Aldeire se presenta así como una opción muy a tener en cuenta para visitar, disfrutar de su entorno, su gastronomía y la hospitalidad de sus vecinos. Y además un punto ideal para poder conocer todos los núcleos de la zona.