Ánimas, Cascaborras e inocentes, una cita con la Pascua en Puebla de don Fadrique

Ánimas, Cascaborras e inocentes, una cita con la tradición en Puebla de don Fadrique

Puebla de Don Fadrique celebra estos días sus Fiestas de La Pascua, declaradas de interés turístico andaluz. Se trata de una celebración que se remonta al siglo XVI con una programación intacta desde entonces, motivo por el que en esta fechas las calles y viviendas de la localidad se llenan de tradición. Las fiestas comienzan hoy con un pasacalles de la Hermandad de La Virgen del Carmen y continúan en Nochebuena con la Misa del Gallo.

El Día de Navidad se celebra el tradicional pregón, donde se recitan diferentes párrafos en verso para destacar los acontecimientos sociales, políticos y de actualidad más trascendentales que han ocurrido en el municipio poblato a lo largo de 2019, lo que hace presagiar que tendrán su lugar en el pregón acontecimientos de gran influencia como han sido las recientes elecciones locales, la terminación del edificio del Convento o la pista deportiva del colegio Ramón y Cajal.

Una de las figuras más importantes de la Pascua de este municipio son los Cascaborras e Inocentes, que tienen como función principal la de pedir el aguinaldo a poblatos y visitantes, cuya íntegra recaudación se entrega a la Hermandad de Las Animas y ésta la dedica a realizar acciones sociales a los más necesitados. También tienen una importancia capital en la fiesta La Cuadrilla de Músicos de Ánimas que, acompañando a la Virgen del Carmen, recorre todas y cada una de las casas de Puebla interpretando piezas típicas del lugar y villancicos ancestrales, coplas del repertorio de La Música de La Pascua.

Las Fiestas de La Pascua también cuentan con dos bailes tradicionales, uno que se celebra en la Placeta de San Antón el viernes 27, y otro en la del Santo Ángel, que tiene lugar el Día de Los Inocentes, sábado 28 de diciembre. Este día también en las entradas de Las Puertas de Caravaca, los mozos del pueblo se empeñan en tiznar a los Cascaborras.

El lunes 30 se celebrará un espectáculo de magia para todos los públicos a las 19:00 horas en el Centro Social Las Eras. Para terminar el año, en Nochevieja la toma de uvas podrá hacerse con las campanas de la Iglesia Santa María de La V Angustia y la tradicional verbena a cargo de la Hermandad de Las Santas.

Gastronomía

Durante estos días las personas que visitan Puebla de Don Fadrique, además de disfrutar de los diferentes actos festivos, pueden degustar los tradicionales embutidos como son la güeña y la patatera, además de la tradicional berza aliñada con sal y aceite de oliva, o licores típicos como son la mistela, el licor café o la cuerva, todo ello acompañado de amigos y familiares en La Casa de Las Ánimas.

Sin duda una Navidades repletas de tradición y buen ambiente en los hogares y calles de Puebla de Don Fadrique.

Una Pascua con cinco siglos de historia

Los orígenes de esta fiesta se remontan a 1537, cuando Fray Antonio Santander y Fray Francisco de Huete, este último confesor de Ana Inés de Mendoza y Portocarrero, cuarta Duquesa de Alba, consiguieron del regente de España, Francisco de Cisneros, que las limosnas recogidas fuesen a destino de rezos y sufragios de las “benditas ánimas del purgatorio” y, que saliesen además “en las vísperas de la Virgen y natividad de nuestro Señor Jesucristo”, o sea, entre los días 25 al 29 de diciembre, en los que se celebraba también la fiesta de los cascaborras (anteriores a la hermandad). En 1543 se fusionaron la Hermandad de Ánimas con los Cascaborras , acompañados por costaleros y música de cuerda. Presidía el estandarte de la Virgen del Carmen, haciendo el recorrido por plazas y calles, tradición que aún se conserva. En 1790 se crean unos estatutos y ordenanzas, que ponen en regla la Hermandad de Ánimas con la Iglesia, y que dan un fuerte impulso a la Hermandad por insistencia y constancia de paisanos cultos y menos cultos de aquella época. Esto desaparece por la Invasión Napoleónica, del año 1804 al 1813, que nace otra vez con más fuerza por iniciativa de Fray Gerardo de Muela, quien consiguió del entonces Rey Fernando VII una Real Célula en la que transfería los poderes de autoridad durante los días del recorrido a esta Hermandad, compuesta por alcaldes, ministros, secretarios y demás componentes de la misma. El atuendo de estos es del estilo de aquella época Napoleónica que aún se conserva. Desde entonces, el primer día de mandato se lee un manifiesto al pueblo en el lugar más concurrido, lo que se conoce por el pregón de la Pascua, de Ánimas o de los inocentes.