El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento de las obras de emergencia llevadas a cabo por la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda en la carretera A-348 en la provincia de Granada con motivo de los graves daños provocados por los desprendimientos de un talud en el término municipal de Órgiva. La intervención tiene un presupuesto de 387.573 euros y ya está ejecutada en un 25 por ciento.

El desprendimiento de tierras del 18 de diciembre en el punto kilométrico 28,6 de la carretera A-348 en su margen derecha ocasionó el corte completo de la calzada de la carretera. El personal del Servicio de Carreteras, junto al de Conservación Integral, habilitaron el paso de vehículos ligeros por un sobreancho existente fuera de la calzada, para después habilitar el paso de vehículos pesados, tanto camiones como autobuses.

Sin embargo, se hacía necesaria la intervención de emergencia porque, de lo contrario podía ocasionar el corte total de la carretera, que afectaría seriamente al tráfico interior de la comarca de La Alpujarra, así como su conexión con Granada y Almería.

Además, supondría un grave perjuicio para desplazamientos por motivos escolares, sanitarios o del personal del centro de defensa forestal de Órgiva a la zona este de La Alpujarra. Los técnicos calcularon un aumento de tiempos de una hora en estos desplazamientos en caso de tener que cortar la carretera.

Los daños acontecidos en la A-348 suponían, por lo tanto, una situación de grave peligro para la seguridad de los vehículos que circulan por ésta y para sus pasajeros, al no cumplir las mínimas condiciones de seguridad vial, produciéndose de manera continua nuevos desprendimientos y habiendo quedado la zona superior del talud en voladizo y muy disgregada, con riesgo inminente de derrumbe.

La solución escogida ha sido la estabilización de la parte superior del macizo, en la protección frente a entrada de áridos en la calzada en la parte baja del macizo y en la sustitución de la barrera estática actual por una barrera dinámica con el objetivo de que no se vuelva a cortar la carretera en caso de desprendimientos que tengan cierta magnitud.

Para estabilizar la parte superior del macizo se propone la protección frente a la erosión con malla metálica de triple torsión gunitada con H-MP-35 de espesor 20 centímetros y anclada con bulones tipo Gewi de longitud media diez metros.

Para la protección de la calzada frente a la entrada de áridos por encima de la barrera dinámica se diseña una malla de triple torsión adosada al talud que conduzca el árido desprendido hasta una cota más baja que la superior de la malla dinámica.

Por último, se proyecta la instalación de una malla dinámica homologada para contención de desprendimientos con capacidad de absorción de energía de hasta 1.500 kilojulios, cuatro metros de altura y 65 metros de longitud, protegida con barrera metálica de seguridad doble.