Caballos que curan

La Plaza de Toros de Motril acoge cada jueves sesiones de equitación terapéutica dirigidas a niños con diversidad funcional que mejoran así su calidad de vida

Casi 30 familias acuden todos los jueves a las sesiones de hipoterapia.
Casi 30 familias acuden todos los jueves a las sesiones de hipoterapia.
N. Martín / Motril

05 de abril 2010 - 05:01

Desde que María subió a lomos del caballo en ella se dibujó una profunda sonrisa. El contacto con el animal le produjo una gran alegría, levantó los dos brazos como el delantero de fútbol cuando celebra un gol manifestando su entusiasmo, pero ella prefería acariciar al animal, palpar con sus pequeñas manos sus crines oscuras, acariciar su suave cuello, sentir el contacto con el animal ajeno a todo lo que le rodeaba, eran ella y el caballo. Cuando su fiel compañero comenzó a andar estalló a reír.

Viendo la cara de María no se necesitan más explicaciones para comprender los efectos beneficiosos que reporta este tratamiento con caballos a las personas con trastornos físicos o emocionales. Un animal entrenado para este fin tiene un paso específico que transmite unas 110 vibraciones por minuto.

Los niños montan los corceles sin silla, para que los puedan sentir con más intensidad. Los estímulos viajan por todo el cuerpo del paciente y actúan sobre su sistema nervioso, lo cual les ayuda a mejorar en diversos ámbitos. Cuando un caballo camina, lo hace de manera tridimensional, siendo su movimiento similar al de los humanos, logrando en el jinete el desplazamiento de la pelvis hacia arriba, abajo, adelante, atrás y a los lados, recibiendo una especie de masaje.

Una persona que se encuentra en una silla de ruedas, al practicar hipoterapia ejercita los mismos músculos que emplearía si caminara durante ese mismo tiempo. Además, el contacto con los animales tiene muchos beneficios emocionales y cognoscitivos, pudiéndose tratar cualquier discapacidad del sistema nervioso.

La monitora de la actividad, Belén Hernández, experta universitaria de equitación terapéutica por la Universidad de Bogbignig de Francia en colaboración de la Facultad de Medicina de la Complutense de Madrid confirma las bondades de este tratamiento en este tipo de personas. "Los beneficios aquí son muchos: aumenta el tono muscular, mejora la autoestima y adquieren mejor coordinación motriz. Los niños están encantados aquí".

Esta actividad se realiza para un grupo de 26 familias todos los jueves en la Plaza de Toros de Motril en horario de 15:00 a 21:30, en grupos de dos personas con una duración de media hora cada sesión, y está dirigido a niños con diversidad funcional, para lo cual el Ayuntamiento de Motril tuvo que habilitar una rampa a la altura de los caballos para que los niños pudieran subirse a los animales con facilidad.

La presidenta de la Asociación Conecta, Elisa Salamanca, en nombre de las familias a las que representa, quiso agradecer a la corporación motrileña la promoción de este tipo de actuaciones y pidió que ello sirva de ejemplo para otros organismos públicos. "Estamos muy satisfechos con la puesta en marcha de esta iniciativa, por desgracia muchas veces los niños tienen que pasar por tratamientos por los que no nos gustaría que pasaran, estamos en situaciones un poco críticas, sin embargo este tipo de terapias alternativas producen momentos de auténtico placer no sólo para los niños sino también para las familias porque vemos que mejoran y al mismo tiempo los vemos disfrutar", aseguró .

Salamanca se congratuló de que con la implantación de esta nueva actividad las familias no se tengan que desplazar ya a Granada para participar en los talleres, pero al mismo tiempo lamentó que no se pueda cubrir a todo el colectivo en su totalidad ya que hay una larga lista de espera para participar en este tipo de actividades.

Al primer ejercicio de curación a través del caballo se acercaron el alcalde de Motril, Carlos Rojas y la responsable de Acción Social, Ángeles López Cano, que quisieron comprobar de primera mano cómo la monitora jugaba con los niños, haciéndoles extensiones por todas las articulaciones, movimientos al compás del paso del caballo, combinando la curación y la diversión.

El regidor motrileño calificó esta actividad como "un avance desde el punto de social y de éxito total la puesta en marcha de este servicio" y manifestó su satisfacción de ver la felicidad de los niños y de sus familias. Para llevar a cabo esta actividad, se tuvo que habilitar la Plaza de Toros, lugar en el que se desarrolla el taller, adaptando las instalaciones a las necesidades del colectivo con diversidad funcional a quien va dirigida la actividad en la que participan 26 menores.

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