La periodista Rosa María Calaf aseguró ayer en Guadix que, al margen de ataques promovidos desde posiciones fundamentalistas, los "atentados reales" a la libertad de expresión llegan desde los "intereses que juegan" para que no se le cuente al ciudadano "lo que debe saber".

La que fuera corresponsal de Televisión Española durante más de tres décadas, que recogió ayer en la localidad granadina el XIII Premio Nacional de Periodismo Pedro Antonio de Alarcón en reconocimiento a su trayectoria, se refirió además a la importancia de estar "bien informado".

También es necesario, explicó, "alertar" a la sociedad de las "desviaciones" que, en su opinión, sufre en la actualidad el periodismo y que hacen que entre sus objetivos no siempre esté el de servicio a la comunidad.

"Creo que es mucho más extendida y más amplia la amenaza de la vocación mercantilista, por encima de la excelencia informativa, que realmente la amenaza terrorista", dijo Calaf al ser preguntada por los atentados en París, que en cualquier caso consideró "terribles y totalmente intolerables". "Normalmente damos más importancia o valor a lo que impacta que a lo que importa", sentenció la periodista, que consideró igualmente importante que la ciudadanía se dé cuenta de que, sin una prensa libre, independiente, plural y rigurosa, corre "serios riesgos" de no poder defender sus intereses y de que sus libertades se vean amenazadas.

Asimismo, calificó como "paradójico" que, como apuntan muchos estudios, en la era de la comunicación y las tecnologías se informe a los ciudadanos "a golpe de titulares", con una selección de noticias no siempre de calidad y con informaciones "más cortas, más efímeras, menos contextualizadas y más al servicio del morbo y del impacto".

Por ello, consideró necesaria una "alfabetización mediática", que obligue a proporcionar y a buscar una información de calidad, en la que las redes puedan convertirse en un buen instrumento.

"Tenemos que educar a los ciudadanos para que usen bien las redes, pero que no caigan en ellas", subrayó Calaf, quien por otra parte lamentó que, sobre todo en el caso de los medios audiovisuales, cada vez se recurra más a la estética cinematográfica de la información.