Medio ambiente

Catorce municipios de Granada deben actuar con urgencia contra la exposición a gas radón

  • El Consejo de Seguridad Nuclear ha elaborado un un mapa de zonificación de actuación prioritaria a nivel municipal

  • La Alpujarra y la zona Norte, áreas prioritarias para los expertos

Mapa del potencial de gas radón en la provincia de Granada

Mapa del potencial de gas radón en la provincia de Granada / G. H. (Granada)

El radón es un gas radiactivo de origen natural inoloro, incoloro e insípido que puede encontrarse en altas concentraciones en los espacios interiores, como las viviendas y los lugares de trabajo. Concretamente, en la provincia de Granada se puede encontrar en niveles muy altos en hasta 14 poblaciones, lo que hace que sea prioritario actuar para evitar la exposición de personas a estos fluidos.

Según la cartografía del potencial de radón en España, desarrollada por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de España, en Granada este estudio califica como zonas de actuación preferente los municipios de Soportújar, Pampaneira, Bubión, Capileira, La Taha, Pórtugos, Busquístar, Trevélez, Bérchules, Alpujarra de la Sierra, Válor, Ferreira, Valle del Zalabí y Jerez del Marquesado.

El CSN especifica que "todos los edificios contienen radón en concentraciones habitualmente bajas", pero no obstante, argumenta que "existen zonas geográficas en las que, debido a su geología, es más probable encontrar edificios con niveles elevados".

La cartografía del potencial de radón en España categoriza las zonas del territorio estatal en función de sus niveles de radón y, en particular, identifica aquellas en las que un porcentaje significativo de los edificios residenciales presenta concentraciones superiores a 300 bequerelios por metro cúbico (Bq/m3).

Mapa del potencial de radón en España Mapa del potencial de radón en España

Mapa del potencial de radón en España / G. H. (Granada)

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el gas radón es una de las principales causas de cáncer de pulmón. Se estima que la proporción de los casos de cáncer de pulmón a nivel nacional atribuibles al radón con respecto al total varía de un tres a un 14 por ciento, en función de la concentración media nacional de radón y de la prevalencia de consumo de tabaco. La OMS también señala que el riesgo de cáncer de pulmón es mayor para los fumadores debido a los efectos sinérgicos del radón y el tabaquismo.

El radón se descompone rápidamente y despide pequeñas partículas radiactivas. Al ser inhaladas, estas partículas radiactivas pueden dañar las células que recubren los pulmones. La exposición a largo plazo al radón puede resultar en cáncer de pulmón, el único tipo de cáncer que se ha comprobado está asociado con la inhalación de radón. Se ha sugerido que hay un riesgo mayor de leucemia asociada con la exposición al radón en adultos y niños, pero de momento las pruebas no son conclusivas.

Otras zonas afectadas

También hay otras veinte zonas de la provincia de Granada en las que el gas radón se puede encontrar en concentraciones medias, de entre 150 y 300 Bq/m3. Estas son Güejar Sierra, Rubite, Polopos, Albuñol, Sorvilán, Turón, Murtas, Albondón, Torvizcón, Almegíjar, Cástaras, Juviles, Lobras, Cádiar, Lanteira, Alquife, Aldeire, La Calahorra, Dólar y Huénejar.

Para la mayoría de las personas, la exposición al radón tiene lugar sobre todo en el hogar, donde pasan gran parte de su tiempo, aunque los lugares de trabajo interiores también pueden ser una fuente de exposición.

Las concentraciones de radón en los edificios dependen de las características geológicas del lugar, por ejemplo, su contenido en uranio y la permeabilidad de las rocas y los suelos donde se asienta el edificio, las vías que el radón pueda encontrar para infiltrarse del suelo a las viviendas, su emanación procedente de los materiales de construcción y la tasa de intercambio de aire entre el interior y el exterior, que depende del tipo de construcción, los hábitos de ventilación de sus habitantes y la estanqueidad del edificio.

La Unión Europea obliga a España a realizar mediciones del gas radón para establecer medidas de protección en aquellas viviendas en las que sus niveles sean dañinos para el ser humano. El Gobierno viene trabajando en un reglamento para la protección de los edificios frente a la exposición al radón, en el marco de la transposición de la directiva europea de Normas de seguridad para la protección contra los peligros derivados de la exposición a radiaciones ionizantes. Sin embargo, el Plan de Acción contra el radón aún no está en marcha.

Detener la exposición

Según la OMS, existen métodos probados, duraderos y costoeficaces para prevenir la filtración del radón en los edificios de nueva construcción y para reducir su concentración en los edificios existentes. Al construir una edificación hay que tener en cuenta la posible exposición a este gas, sobre todo en las zonas donde esté muy concentrado. En muchos países de Europa, en los Estados Unidos de América y en China las normas para las nuevas edificaciones incluyen medidas protectoras.

Algunas formas habituales de reducir los niveles de radón en los edificios existentes son aumentar la ventilación del forjado, instalar un sistema de evacuación mecánica del radón en el sótano o bajo los pisos sólidos, evitar que se filtre desde el sótano hasta las habitaciones, sellar pisos y paredes y mejorar la ventilación del edificio, sobre todo en el contexto del ahorro energético.

Además, los sistemas pasivos de mitigación pueden reducir en más de un 50 por ciento los niveles de radón en los espacios interiores y , si se añade un sistema de ventilación esos niveles pueden descender todavía más.

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