Chocolate de la Alpujarra, alimento de dioses
Productos granadinos de Calidad
El chocolate es un alimento energético originario de Suramérica que los indígenas tomaban antes de visitar a sus esposas, ya que produce una sensación de bienestar por sus propiedades euforizantes y estimulantes
Cuenta la leyenda que Quetzalcoatl, protector de los aztecas y dios del aire, la luz y la vida, viendo la falta de alimentos de los hombres, viajó al país del Hijo del Sol y robó una planta que ofreció a su pueblo. Se trataba del cacaotero, cuyo nombre científico (theobroma) significa precisamente alimento de dioses.
El árbol del cacao creció durante milenios de manera espontánea, y aunque las sucesivas tribus indias conocieron sus propiedades, fueron los mayas los primeros en cultivarlo con gran éxito. Establecieron a principios del siglo VII un floreciente comercio con las plantaciones de la península del Yucatán (México) e incluso usaron el grano del cacao como unidad monetaria.
El primer europeo que tuvo noticia de este fruto fue Cristóbal Colón en su cuarto viaje, allá por el año 1502. El colonizador se encontró en las costas de la isla de Pinos (Cuba) con una embarcación indígena de 24 remeros, que subieron a la nao del descubridor de América con mercancías, hasta entonces desconocidas para ellos: raras telas, objetos de cobre y una especie de 'almendra'. En realidad, era el cacao, que servía de moneda y con la que se preparaba una bebida.
Los primeros occidentales que lo probaron fueron los hombres de Hernán Cortés en 1520. El último emperador azteca, Moctezuma, ofreció al conquistador extremeño una reconfortante bebida llamada 'xocotlatl', concentración de dos palabras en lengua nahuatl: agua y fruta. Ésta era una bebida fría y bastante amarga, mezcla hecha de granos de cacao tostado y molido disuelto en agua y espesado con harina de maíz a la que se le agregaban otras especias, como vainilla o miel, para hacerla más agradable y que tomaban "antes de visitar a sus esposas".
Cortés no vio tanto sus propiedades afrodisíacas como su gran valor energético para combatir la fatiga. Así, informó al rey Carlos V de que con "una sola taza de esta bebida fortalece tanto al soldado que puede caminar todo el día sin necesidad de tomar ningún otro alimento".
El chocolate, pese a no ser un producto típico alpujarreño, sí se ha hecho un hueco dentro del surtido en la elaboración de dulces y ya hay en esta comarca granadina varias fábricas que lo elaboran artesanalmente sin ningún tipo de aditivos, colorantes o conservantes. Estas empresas han sabido compaginar los alimentos cultivados en los bancales de sus vertiginosos barrancos para conseguir mezclas y sabores únicos y peculiares: naranja, miel, aceite de oliva y pasas. Si bien la bollería más típica de la Alpujarra ha sido los buñuelos con chocolate de larga tradición, hoy en día también se puede encontrar el chocolate en variadas formas en rama, en tableta, en 'cohetes', en bombones con higos o en licor.
El chocolate es un alimento cuya ingestión produce sensación de bienestar en el organismo. Esto ocurre porque este alimento contiene una serie de componentes con propiedades euforizantes y estimulantes. De entre todos ellos destaca la feniletilamina que, en realidad, pertenece a la familia de las anfetaminas. La feniletilamina actúa en el cerebro desencadenando un estado de euforia y bienestar emocional.
Además, el cacao es rico en alcaloides, como la cafeína y la teobromina. Estos alcaloides excitan el sistema nervioso, hacen que las personas se encuentren más activas y despiertas frente a los estímulos exteriores, aumentan el ritmo cardíaco y favorecen la eliminación de la orina. Sin embargo, un uso prolongado y abundante de los mismos puede producir sobreexcitación, insomnio y gastritis.
El chocolate es un alimento muy rico en grasa vegetal. El cacao puro es muy amargo y prácticamente no se puede comer si no se endulza, por eso en la confección del chocolate se utilizan grandes cantidades de azúcar que pueden llegar prácticamente al 50% de la composición. Otras veces se utilizan otras féculas como espesantes, como harina de maíz, de trigo o de algarrobo, entre otras. Todo ello hace que el chocolate sea un alimento extremadamente energético. Una simple chocolatina de unos 40 gramos contiene más de 200 calorías, por lo que es recomendable para los deportes de alto rendimiento.
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