Provincia

Cierra el último convento de Huéscar

  • La Madre de Dios de las Madres Dominicas fundado en 1576 celebra su última misa y traslada a sus tres monjas hasta Baza

Mañana cierra sus puertas el último convento de Huéscar, el de la Madre de Dios de las Madres Dominicas, que desde el año 1576, año de su fundación, ha estado presente en la vida contemplativa de la ciudad oscense, una misa celebrada en la capilla del convento, en la tarde del 6 de Mayo, ha sido el último acto religioso.

Un convento que llegó a albergar, en hasta 44 religiosas, hablamos del año 1752. En la actualidad, solo tres, que han sido trasladadas al convento que esta misma congregación tiene en Baza.

Es el último capítulo de los edificios conventuales de la ciudad de Huéscar, que llegó a contar con seis, además del citado de las Madres Dominicas, también convivieron el de Santo Domingo, que fue el primero, de frailes dominicos, dedicados a la vida contemplativa y la predicación, fundado en 1547; el de San Francisco, de frailes franciscanos descalzos, dedicados a la vida contemplativa y la enseñanza por medio de un colegio, fundado en 1602; el de Nuestra Señora del Carmen, de monjas de la Consolación, que se dedicó a la enseñanza con un colegio, fundado a finales del S.XIX; el del Asilo de Ancianos, con monjas de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, cuya actividad fue la asistencia social, fundado en 1895; y el del Colegio de Niños, con monjas de Cristo Sacerdote, cuya actividad fue la enseñanza por medio de un colegio, mucho más reciente, que se fundó en 1957.

En una breve historia del convento de Gonzalo Pulido, profesor del instituto La Sagra de Huéscar, definía lo que este convento representa para la ciudad: “Para nosotros, oscenses de hoy, las Madres Dominicas son como siluetas familiares que salen algunas veces de un recinto misterioso al que pocos han podido acceder. Se sabe quiénes son, pero se ignora cómo viven, cómo rezan, cómo es el convento por dentro, cuál ha sido su historia...”

En el año 1576 llegaron a Huéscar, procedentes del monasterio dominicano de Nuestra Señora de Alta Gracia en Ciudad Real, comandadas por Sor Beatriz Carrillo. Hoy, en el año 2019, casi cuatro siglos y medio después, Sor Inés, Sor Amada y Sor Rosa María, muy a pesar de ellas, emprenden viaje al convento de Baza.

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