Cuatro centros de producción de marihuana han sido desmantelados en Láchar y Fuensanta, donde la Guardia Civil ha decomisado más 3.680 plantas de cannabis y ha detenido a dos personas e investigado a otras seis por delitos contra la salud pública y defraudación de electricidad.

Los arrestados son un hombre de 43 años y otro de 41, al revelarse que estaban cultivando 2.120 y 1.130 plantas de cannabis, respectivamente, en el interior de sus viviendas. También han sido investigados otros dos hombres por cultivo y elaboración de droga y defraudación de electricidad, y cuatro más por un delito leve de defraudación eléctrica.

Según ha informado este lunes el Instituto Armado, el objetivo de la operación era perseguir la defraudación masiva de electricidad que se estaba produciendo en la localidad de Láchar y luchar contra el cultivo masivo ilegal de cannabis y el tráfico de marihuana.

Los agentes, apoyados por técnicos de la compañía eléctrica suministradora, durante una inspección previa localizaron siete dobles acometidas monofásicas fraudulentas en viviendas de esta localidad. Al sospechar que pudieran estar cultivando cannabis de manera intensiva y elaborando marihuana, la Guardia Civil procedió al registro de dichos domicilios.

Los agentes detectaron que en tres de las siete viviendas de Láchar había todo el aparataje necesario para el cultivo intensivo en interior de cannabis y que sus inquilinos estaban elaborando marihuana a la vez que defraudaban electricidad.

La actuación más importante tuvo lugar en un domicilio de la calle Isaac Peral de Láchar, en el que su propietario había habilitado varias cámaras frigoríficas con aparatos industriales de aire acondicionado, similares a las que puede haber en un matadero, en las que estaba cultivando un número inusualmente alto de plantas de cannabis, un total de 2.120.

En las otras dos viviendas registradas, la Guardia Civil se incautó de 243 y de 195 plantas de cannabis, respectivamente.

En el transcurso de esta operación, los investigadores averiguaron que, en un cortijo situado en las afueras de la vecina localidad de Fuensanta, podía haber otro importante centro de producción de marihuana.

La Guardia Civil localizó dicho cortijo y tras registrarlo comprobó que su propietario había habilitado las cuatro habitaciones de las que disponía el edificio para el cultivo intensivo de cannabis y que estaba cultivando 1.130 plantas. E