La granada del siglo XXI

Descubriendo Fonelas

  • Con poco más de un millar de habitantes, el municipio trata de atraer vecinos de fuera para evitar el envejecimiento

Casi cien kilómetros cuadrados para apenas 1.100 habitantes forman un municipio que, situado en plena Hoya de Guadix, ofrece tanto a vecinos como a visitantes la 'medicina' de la tranquilidad y unas impresionantes vistas a la naturaleza. Fonelas ha sido, además, un asentamiento humano desde la Prehistoria, como muestran los yacimientos arqueológicos del Neolítico, de la Edad de Bronce y de la civilización íbera que se han convertido ya en uno de sus principales reclamos.

Las casas-cueva son sin duda una de sus principales señas de identidad, y es que casi la mitad de las viviendas de la localidad son de este tipo y ofrecen al municipio una imagen característica de esta zona de la provincia. Sin embargo, a diferencia de otros lugares, este pueblo ha conservado casi intacta su imagen urbanística.

En Fonelas todos se conocen. Antonio Martínez Palenzuela es el encargado de repartir el pan con su furgoneta por el pueblo y los alrededores. "Aquí todos nos conocemos y se vive tranquilo, además tenemos la suerte de poder disfrutar de la naturaleza, la pena es que mucha gente joven se ha ido". Precisamente este es uno de los problemas de la zona: el envejecimiento demográfico provocado por la despoblación. Los jóvenes, como en otros pueblos de la zona, se marchan en busca de otras oportunidades y las calles se vacían poco a poco.

No obstante, siempre hay quienes aprecian su forma de vida por encima de muchos 'avances'... El tomar un café con los amigos de toda la vida, poder dejar abierta la puerta de casa durante el día o respirar el aire limpio al tiempo que se observan las cumbres de Sierra Nevada casi al completo. Antonio Martínez Ruiz es un de ellos. Trabaja en el bar familiar Los Cármenes, que lleva abierto casi medio siglo. "Aquí la gente es buena y no cambio esto, lo cierto es que a los que somos de aquí nos resultaría casi imposible adaptarnos a vivir en una ciudad". A pesar de ello son conscientes de que para algunos resulta difícil encontrar un empleo. "No hay mucho trabajo y eso hace que algunos se vayan", confiesa tanto él como su padre detrás de la barra.

Los motores económicos de la localidad son la agricultura, con cultivos como el olivar, y un poco de construcción. La fábrica de papel Celsur, que se ubica en el término municipal, da trabajo más a los habitantes de Benalúa de Guadix que al propio Fonelas.

En Fonelas, a pesar de todo, unos van pero otros vienen. José Pérez se fue joven a Palma de Mallorca, donde durante años trabajó en la hostelería, ahora ya jubilado, vuelve a su casa-cueva, a reencontrarse con sus amigos del pasado y a disfrutar del sosiego de este pueblo, en el que los visitantes pueden tener la posibilidad de hospedarse en una de las cuevas acondicionadas como alojamiento rural y perderse por unos días en uno de esos rincones desconocidos por los que merece la pena pasar.

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