caso abierto

Dieciocho años de trabajo y esperanza para encontrar a María Teresa

  • La joven desapareció el 18 de agosto del 2000 en Motril

  • El inspector jefe de Policía Nacional, Francisco Pérez Polo, lleva más de quince años en la investigación

El inspector jefe de la Comisaría de Motril, durante la entrevista.

El inspector jefe de la Comisaría de Motril, durante la entrevista. / Alba Feixas

Dieciocho años. Este es el tiempo que ha pasado desde que María Teresa Fernández desapareció en Motril. Ayer se cumplió el décimo octavo aniversario de la desaparición, un total de 6.575 días en los que la Policía Nacional no ha dejado nunca de investigar qué ocurrió aquella noche del 18 de agosto del 2000 cuando Motril se encontraba en plenas fiestas. María Teresa se despidió de su padre que la había acercado en coche hasta la calle Cuevas porque desde allí iría a buscar a su novio para acudir al concierto que Café Quijano daba en el recinto ferial. Nunca más se supo de ella. Sin embargo, para la Policía Nacional, María Teresa "está viva", por lo que no hay que desfallecer en la búsqueda y esclarecer este caso.

El inspector jefe de la Comisaría de Motril, Francisco Pérez Polo, lleva algo más de quince años en la investigación. Según Pérez Polo, se trata de un caso que tiene "muchos interrogantes que aclarar" y que espera que en cualquier momento "aparezca la pista que nos haga resolverlo", pese a que reconoce que el "tiempo va en contra" ya que cada vez es "más complicado que alguien se acuerde del pequeño detalle que falta" para averiguar el paradero de María Teresa.

Pérez Polo señaló, en una entrevista a Granada Hoy, que para él "el aclarar lo que pasó ese día es un tema personal" hasta tal punto de que sus ojos se volvieron llorosos cuando empezó a hablar sobre este caso. "He hecho miles de kilómetros estos años y cada pista que nos llega la intentamos examinar al máximo", expuso el inspector jefe. Con frecuencia "hago un recorrido mental de lo sucedido y de lo que sabemos", todo ello para ver si hay algo que se haya quedado fuera y que pudiera servir para esclarecer la historia de Mari Tere, como la llamaban familiares y amigos. Pérez Polo tiene claro que hay que seguir haciendo un llamamiento a toda la sociedad motrileña para que contribuyan en su búsqueda, ya que mantiene que "alguien tiene que saber algo de lo ocurrido", pero que, "por lo que sea, no se atreve a decirlo".

El inspector encargado del caso de la joven motrileña considera que nunca deben caer en el desánimo. El caso avanza y parece que poco a poco podría ver la luz de forma definitiva. "Ahora estamos centrados en nuevas líneas de investigación que pudieran dar a conocer, casi con exactitud, el último eslabón de la cadena que determinara lo que ocurrió ese día", después de que Antonio, su padre, la dejara en las cercanías de la calle Cuevas para que fuese a recoger a su novio al Puerto de Motril y después ir a ver un concierto en el recinto ferial, algo que no llegó a ocurrir.

Pérez Polo puntualiza que "aunque tenemos que ser realistas y cada vez es más complicado, la esperanza es lo último que se pierde y hay otros casos que así lo demuestran". María Teresa mandó un mensaje de móvil para que su novio no se impacientara por la espera, y según señaló el inspector jefe, se ha pedido por vía judicial a Telefónica que intente buscar en su archivo el listado de llamadas que efectuó desde su móvil en las últimas horas, para ver si aclara algo.

La investigación hoy en día sería mucho más fácil ya que con los avances tecnológicos se podría conocer cuál fue su última posición exacta, según Pérez Polo, que, además, cree que si hubiesen sabido entonces lo que se puede saber ahora, "averiguaríamos si el último corte de teléfono se hizo dirección a La Mamola, a Granada o al Puerto de Motril".

Francisco Pérez Polo es contundente y se mantiene firme al avisar que "si alguna persona intervino en la desaparición de María Teresa, que no esté tranquila, que sepa que estamos aquí y que vamos a seguir; que, aunque hubiesen transcurrido los 20 años del caso, nosotros seguiremos, porque para la Policía es un caso pendiente que nunca está cerrado".

El sumario del caso de María Teresa se encuentra instruido por el Juzgado de Instrucción número cinco de Motril y consta de cuatro tomos. Más de 1.000 folios en los que hay más de un centenar de declaraciones que han sido tomadas por la Policía Nacional o por la Guardia Civil en distintos puntos de España, en base a las pistas que iban surgiendo. Un caso que a pesar del tiempo que lleva se reabre cada vez que se aporta algo nuevo. Por todo ello, Pérez Polo resalta la implicación que tiene el juez que lleva el caso en la actualidad o los que han pasado por ese juzgado.

Hace 18 años una joven María Teresa se dirigía con júbilo a encontrarse con su novio para ir con sus hermanas a disfrutar de un concierto de Café Quijano por las Fiestas Patronales de Motril. En torno a las 21:30 horas se despedía de su padre en la parada de autobús de la calle Cuevas. Quince minutos después la joven le mandó un mensaje de texto a su novio para avisarle de que se retrasaría un poco pero que la esperase, que llegaba. Hace 18 años, María Teresa Fernández Martín tenía 18 años y desde ese día no se volvió a saber nada más de ella.

Muchas han sido las líneas de investigación que se han seguido desde entonces. Una carta anónima que reciben los padres ayudó a que la investigación avanzase, pero se desconoce quién la escribió y quién la mandó. Una hipótesis asociaba también la desaparición de la joven con Tony Alexander King, el asesino de Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes en Mijas y Coín. O un mensaje de texto recibido al teléfono del padre doce años después de su desaparición. Estas son algunas de las pistas que la Policía Nacional ha seguido en estos 18 años para intentar averiguar que le pasó a Mari Tere aquel 18 de agosto del 2000, una fecha que sigue muy presente para todos.

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