Pórtugos, un municipio de unos 400 vecinos de la provincia de Granada, será la sede mañana domingo de la 38 edición del Festival de Música Tradicional de la Alpujarra, un reclamo por el que recibirá a unas 8.000 personas para disfrutar de las propuestas de una treintena de agrupaciones.

El pequeño pueblo alpujarreño multiplicará durante unas horas su población por veinte y se convertirá en el epicentro de la tradición musical que exhibirán una treintena de grupos infantiles, juveniles y de adultos.

Al protagonismo de las agrupaciones de la Alpujarra almeriense y granadina se suma este año y como novedad el programa artístico Ritmos y colores de México, una iniciativa por la que participan una veintena de municipios de los estados de Veracruz, México y Querétaro.

Este festival pretende rescatar, conservar y transmitir el patrimonio cultural alpujarreño, el resultado de la fusión de diversas culturas con especial relevancia de la musulmana andalusí y la cristiana mozárabe, aunque también con la influencia de la cultura castellana.

"Para Pórtugos es una proyección a nivel internacional, un gran impulso para conocer la marca del municipio. Llevamos mucho tiempo preparándolo para atraer el mayor número posible de visitantes a los que recibiremos con la máxima ilusión", ha explicado el alcalde de Pórtugos, José Javier Vázquez.

La modalidad más conocida y llamativa del Festival es el trovo, definido como una especie de poema popular, generalmente quintilla improvisada y, a veces, dialogada, que es cantada con acompañamiento instrumental.

Su celebración conlleva, además de la importante labor de difusión del patrimonio cultural, un impulso económico y turístico y la sede de este encuentro es itinerante entre los municipios alpujarreños de las dos provincias.

Pórtugos, situada en la vertiente sur de Sierra Nevada a 1.300 metros de altitud, y que tiene parte de su territorio en el Parque Nacional de Sierra Nevada, sumará a sus 400 vecinos unos 8.000 visitantes durante la celebración del Festival de Música.

De manera paralela al Festival se celebra una feria de artesanos y productores alpujarreños con otra treintena de puestos de vinos, artesanía, dulces tradicionales, jamones, quesos y sabor local.