Puebla de Don Fadrique

IV Jornadas Gastronómicas de la matanza y el embutido

  • Con estas actividades la localidad quiere fomentar el turismo gastronómico

IV Jornadas Gastronómicas de la matanza y el embutido

IV Jornadas Gastronómicas de la matanza y el embutido / J. M. A.

Durante el fin de semana se han celebrado en Puebla de Don Fadrique las IV Jornadas Gastronómicas de la Matanza y del Embutido, poniendo en valor una de las tradiciones más arraigas e importantes en la zona norte de la provincia de Granada, la matanza ha sido la base de la alimentación, durante siglos, de la zona rural.

El ayuntamiento poblato, que organiza estas jornadas, ha sacrificado dos cerdos, de los cuales se han elaborado toda clase de embutidos, realizándose todas las tareas en público, cuyos productos una vez elaborados, fueron rifados entre los visitantes.

Para el alcalde, Mariano García, con estas jornadas “fomentamos el turismo gastronómico, tan importante para nuestro pueblo, es importante destacar que la matanza es patrimonio cultural e histórico”. El alcalde destacó que hay algunos embutidos y productos del cerdo que son típicos y propios de Puebla de Don Fadrique, como la güeña, el chorizo de patatera y el lomo en tabla, hoy están extendidos por otros lugares, pero son originarios de Puebla, destacando el último, el lomo a la tabla, que desde hace 60 años lanzó la carnicería Bernardo, y que hoy siguen sus hijos.

Este año se ha dado un pasito más en las actividades a realizar, destaca el alcalde la elaboración en las casetas de feria instaladas, que son seis, de otros tantos platos típicos, uno por caseta, pudiendo degustar Ajo pringue, Ajo de aserradores, Migas de matanza, Olla de Berza, Ajo de Patatas y Tajadas matanceras. Una forma de recuperar algunos platos típicos que, otras veces, fueron básicos para la alimentación de los poblatos.

También hubo lugar para los más jóvenes, con la programación de dos actividades, una fue un Cuenta Cuentos con temática de la matanza del cerdo; y otra, un taller de Tortas de Manteca de Cerdo, donde los niños, con el maestro panadero Beteta, amasaron y hornearon sus propias tortas.

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