Invertir en la Bolsa de la aceituna

Las condiciones meteorológicas, la aparición de nuevos competidores mundiales o la bajada del consumo son algunos de los factores que desequilibran el mercado del aceite de oliva de Granada y, con ello, sus precios y el futuro de los empresarios del sector.

Sin embargo, los profesionales oleicos cuentan con una herramienta fiable y segura para garantizar una rentabilidad mínima en la comercialización del aceite de oliva, que en la próxima campaña superará las 88.700 toneladas en la provincia, según las estimaciones de la Delegación de Agricultura de Granada.

Se trata del Mercado de Futuros del Aceite de Oliva -el único a nivel mundial que gestiona este producto y el pionero en España en el sector agrario-, un mercado oficial supervisado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores que garantiza, tanto a compradores como vendedores, que las operaciones contratadas se cumplan.

"Lo que hay que buscar son fórmulas imaginativas de comercialización como el Mercado de Futuros, una herramienta que dadas las circunstancias del mercado nos va a dar seguridad frente a la volatilidad de los precios y mucha transparencia al mercado", comenta el delegado en Granada de Agricultura, Andrés Ruiz.

A través de este organismo, los empresarios del aceite de oliva pueden acordar la venta o compra del producto hasta un plazo de año y medio. "Ya se puede comercializar el aceite hasta enero de 2010, es decir, no sólo la producción de esta cosecha (que todavía no se ha recogido), sino de la siguiente", apunta el presidente de la sociedad, Antonio Martín.

De este modo, el interesado puede acceder al Mercado de Futuros del Aceite de Oliva y proponer una oferta cuando considere que el precio estipulado por el organismo le conviene, propuesta que puede ser aceptada por el comprador, quedando formalizado el contrato sobre una determinada mercancía, en una determinada fecha y por un precio acordado, según explica Martín. "De este modo, si hago una operación con el Mercado de Futuros, ésta se cumple aunque caigan chuzos de punta", puntualiza el responsable de la entidad.

Asimismo, los compradores aseguran el precio y el volumen de aprovisionamiento, una circunstancia vital teniendo en cuenta que las grandes superficies compran a largo plazo.

Además, el Mercado de Valores también da transparencia a los precios, pues establece cuánto cuesta el kilo de aceite en cada vencimiento (los terceros lunes de los meses impares), y reduce los costes financieros.

Por otro lado, el hecho de tener garantizada la comercialización de la siguiente temporada aumenta el volumen de créditos bancarios a los que puede optar el empresario. Junto a esto, el Mercado de Futuros del Aceite de Oliva también puede funcionar como medio de inversiones, mediante el análisis del riesgo de que suban o bajen los precios y jugando con ello. "Me beneficiaré de una subida si compro contratos de futuros antes y viceversa", apostilla Martín.