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El Lauri y José Antonio Morcillo, a hombros en Gor

Un momento de la lidia.

Un momento de la lidia. / j. m.a.

Interesante novillada la celebrada en la tarde de ayer en la Villa de Gor, donde se pudieron disfrutar distintas formas de interpretar el arte de cúchares, con cuatro jóvenes promesas que dejaron todo sobre el ruedo. La emoción fue subiendo conforme se iba desarrollando la corrida.

Abrió plaza Daniel de la Fuente, que tuvo como oponente a un novillo castaño de nombre Enrabietado. No pudo lucirse con el capote pero resolvió con la franela manejándola con ambas manos, ayudado por la noble embestida del novillo que supo entender el sevillano perfectamente, dándole la distancia adecuada y sin que le tocara la muleta ante los leves cabeceos del animal. Se adornó con gallardía al cierre de la faena, pero perdió todo los triunfos con los aceros, silenciando su actuación.

El granadino Ernesto Marín salió a por todas, le tocó en suerte un novillo colorao de capa y de nombre Cantaclaro. Tanto expuso con el capote que fue cogido de forma aparatosa y sin consecuencias para continuar con la lidia. Siguió en "novillero" con la muleta pero, además, con temple y calidad. Supo dejarle la muleta en la cara después de cada lance y quedándose bien colocado, lo que le sirvió para instrumentar una buena faena, sobre todo con la mano derecha. Quizá pecó de demasiados adornos al final, pisando terrenos muy comprometidos. No acertó con la espada, matando de pinchazo hondo, tras varios intentos. Fue premiado con una oreja.

El tercer espada, José Antonio "El Lauri", que tuvo en suerte a un novillo negro, de nombre Premiado, y de distinta ganadería, bregó bien con el capote ante un animal con muchas piernas y repetidor. Tuvo que hacer el novillero las cosas muy bien de inicio para poder templar la brusca embestida del animal, pero lo consiguió y con la muleta y, sobre todo, con la mano izquierda realizó una interesante faena con naturales profundos y sentidos. A media faena se paró el novillo, pero El Lauri supo encelarlo de nuevo y seguir la faena, hasta que al final se rajó y se fue a tablas. Mató de pinchazo y estocada entera. Fue premiado con dos orejas.

Cerró la tarde el triunfador, José Andrés Morcillo, le tocó en suerte el novillo más difícil del encierro, de nombre Centurión y negro burraco de capa. Salió en animal a la plaza con una embestida un tanto descompuesta y escaso de fuerzas, lo que obligó al novillero a comenzar la faena a media altura y en línea recta, para evitar que doblara las manos, pero conforme fue avanzando lo fue metiendo en la muleta, consiguiendo unas espectaculares tantas por el pitón derecho, toreando largo y despacio, encelando al novillo en los engaños, sin dejarlo caer, algo que no es habitual en un torero tan joven. Mató de estocada hasta los gavilanes, y fue premiado con el máximo trofeo, dos orejas y rabo.

Hoy miércoles, la segunda semifinal, de ambas saldrán los dos finalistas que la disputarán el jueves.

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