El municipio granadino de Cuevas del Campo tiene algo más de 1.700 vecinos y solo uno de cada diez es menor de 14 años, mientras que casi tres son mayores de 75. El Ayuntamiento ha decidido incentivar la natalidad con el pago de 500 euros por cada nacimiento o adopción de un niño en el municipio. Es lo que se conoce como venir al mundo con un pan bajo el brazo. 

La medida pretende ayudar a las familias y busca evitar la despoblación de una localidad cada día más mermada, como muchas otras de la llamada Granada vaciada.

El Consistorio ofrecerá esta ayuda a cualquier progenitor empadronado en el municipio que tenga un hijo biológico o adoptado, una medida que busca atraer a vecinos de otras localidades para frenar la pérdida de vecinos de casi un 8% en el último lustro, según ha explicado en un comunicado la alcaldesa, Carmen Rocío Martínez Ródenas.

El municipio, ubicado en la zona Norte de la provincia, busca así lograr una consolidación demográfica que dé "vida y futuro" al pueblo, ya que la población sirve también para garantizar a medio plazo el mantenimiento de servicios públicos dignos y de calidad para todas las familias de este municipio rural.

"Si ganamos en población, ganamos todas", ha resumido la alcaldesa, que ha explicado que este "alivio" a las familias pretende además rejuvenecer un censo en el que el 27% de los vecinos tienen más de 75 años y solo el 10% es menor de 14.

Esta medida para el fomento de la natalidad, que se refleja en una ordenanza municipal aprobada en el último pleno, estipula como requisito imprescindible que ambos progenitores o adoptantes residan en el municipio con carácter efectivo y acreditado con al menos tres años.

La medida se aplicará con carácter retroactivo desde enero de 2020 y su solicitud deberá presentarse en el Registro General durante el primer mes de cada año por los nacimientos o adopciones que hubiesen tenido lugar en el año natural anterior.