Los vecinos de Almaciles, pedanía de la Puebla de Don Fadrique, ya pueden volver a disfrutar y orar en la iglesia parroquial de San Antón Abad después de que se hayan dado por finalizadas las obras de restauración del templo y del campanario después de dos años de actuación, y una inversión de 62.000 euros.

El edificio sufría una "potente humedad" provocada por aguas subterráneas, que afectaba a los cimientos de muros y columnas, explica el Ayuntamiento poblato en una nota de prensa. Según el arquitecto diocesano, Emilio García Hernández, "para salvar el edificio era urgente hacer esta intervención", que ha supuesto un coste total de 62.000 euros. El desembolso necesario ha corrido a cargo de varias administraciones. De un lado el obispado de Guadix, que ha aportado el 35% de la obra, por otro el Ayuntamiento de Puebla de Don Fadrique (otro 35%), y de los vecinos de Almaciles (30%).

La ejecución de obra ha estado a cargo de la empresa Jomasial SL, de Puebla de Don Fadrique. Además el Ayuntamiento de la localidad ha aportado 7.000 euros para la restauración de la torre y del campanario del templo, ya que se encontraba muy deteriorado.

Para abrir de nuevo las puertas del templo, el pasado sábado se vivió una "intensa y festiva" en la que el obispo y el vicario general de la diócesis de Guadix bendijo el templo. Este fue recibido por el cura párroco, José Gabriel Molina, acompañado por la alcaldesa pedánea, Albina Mateos Martínez, la alcaldesa de Puebla de Don Fadrique, Laura Gómez, y gran número de vecinos.

Se celebró una solemne Eucaristía de acción de gracias, acompañados por los cantos de la Cuadrilla de Animeros de San Antón. El obispo en su homilía, destacó el esfuerzo de todas las partes para restaurar esta Iglesia que data de 1540, donde tantos almacileños vivieron y celebraron su fe. Al finalizar, tanto el arquitecto como la empresa constructora, explicaron a los fieles resumidamente la importancia de esta obra así como la tardanza en su finalización.

De nuevo en la plaza, al pie del campanario, el obispo descubrió una placa conmemorativa de este acto y las dos alcaldesas expresaron, "con unas cariñosas palabras", el agradecimiento a todos por su aportación a esta obra y al obispo su disponibilidad para seguir colaborando en lo que afecta a los asuntos comunes de los ciudadanos.

Después, el obispo visitó la plaza dedicada al beato mártir Fortunato Arias, hijo de esta localidad, que se inauguró el pasado 18 de agosto, y rezó frente al azulejo artístico con su imagen, pidiendo por todos los almacileños que tuvieron que emigrar en busca de trabajo, explica el Ayuntamiento.

Finalizados los actos oficiales, el ayuntamiento sufragó una "generosa invitación" a todos los presentes en el Salón Social de la pedanía, en la que, obispo y feligreses tuvieron  un agradable momento de convivencia, en la primera visita del prelado a esta parroquia.