El equipo multidisciplinar que ha trabajado desde septiembre en la sexta campaña de Baza 1, un yacimiento del Plioceno con una antigüedad de más de 4,5 millones de años situado en la comarca del Norte de Granada, ha encontrado más de 650 registros, el doble que en el trabajo de campo anterior.

El alcalde de Baza, Manuel Gavilán (PSOE), y el coordinador científico del proyecto, Bienvenido Martínez, entre otros, han ofrecido este miércoles un balance de la sexta campaña en este yacimiento, un trabajo de campo que se suma al realizado en 2019.

Gavilán ha destacado la relevancia de este yacimiento y ha apostado por convertirlo en un motor más de desarrollo económico y de atractivo turístico.

El trabajo de campo comenzó el pasado 20 de septiembre con un equipo interdisciplinar coordinador por Martínez, del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social-IPHES de Tarragona, junto al paleontólogo Sergio Ros-Montoya, profesor en la Universidad de Málaga.

En el equipo de excavación han participado paleontólogos, geólogos y restauradores de la Universidad de Málaga y el IPHES, además de diversos estudiantes de grado y de postgrado procedentes de las universidades de Atenas (Grecia), Addis Abeba (Etiopía), Rovira i Virgili de Tarragona y la Complutense de Madrid, entre otros.

Esta campaña ha servido para recuperar 657 registros, algo más del doble que en la campaña previa de 2019, y excavar en cinco niveles estratigráficos sobre 27 cuadrículas abiertas en campañas anteriores y otras 3 nuevas.

Este trabajo ha permitido un afloramiento de arcillas y arenas situadas tres metros por encima y conectadas verticalmente con los niveles negros subyacentes, correspondientes en su mayoría a restos óseos y dientes de grandes mamíferos.

Entre los restos más abundantes, dominan los de mamut borsoni y Anancus arvernensis, pero también restos dentales y postcraneales del rinoceronte Stephanorhinus jeanvireti y, por primera vez, una cuerna de ciervo de tamaño mediano.

Martínez ha destacado la localización de dos piezas dentales correspondientes a lo que parece pertenecer a una segunda especie de caballo de tres dedos, Hipparion, de tamaño más grande a la localizada en años precedentes.

Por otro lado, se han tamizado con agua, aprovechando las infraestructuras del Centro de Interpretación de los Yacimientos Arqueológicos de Baza (CIYA), cuatro toneladas de sedimento procedente de las cuadrículas excavadas para recuperar restos correspondientes a microvertebrados.

Este yacimiento de más de 4,5 millones de años de antigüedad fue descubierto en 1996 y desde entonces se ha realizado un pequeño sondeo en los años 2000 y 2001 y una excavación sistemática al año financiada por el Ayuntamiento de Baza entre 2015 y 2019.