El proyecto de implantación de un sistema de gestión integral de los residuos generados en el Puerto pesquero de Motril y plan de desarrollo socioambiental asociado que tenía como fecha de finalización el pasado viernes no terminará según lo previsto, sino que cumplirá el deseo de sus impulsores y esta infraestructura que se ha montado con tanto esfuerzo, de manera pionera en el mundo, tendrá continuidad. Así lo ha garantizado la Autoridad Portuaria en una reunión mantenida el pasado viernes entre representantes de este plan y de la dársena granadina. De esta forma, nadie podrá quitarle el título a los pescadores de Motril de ser los más ecológicos.

El proyecto, dirigido por el profesor Enrique Montero (Universidad de Cádiz), partía de otra experiencia piloto realizada en 2004 por el desaparecido Centro de Desarrollo Pesquero. Puesto en marcha en julio de 2013, su periodo de rodaje era de un año y medio, y la inversión de 200.000 euros, sufragados por el Grupo de Desarrollo Pesquero (con fondos de la UE), en el que están representadas las administraciones y los agentes implicados en el sector.

Sin embargo, siempre hubo una vocación de continuidad. Según explica Montero, "ahora hay una metodología, ya que los pescadores están acostumbrados a extraer los residuos del fondo del mar, los sacan a tierra, y allí se clasifican y se reciclan. Sería una pena que todo ello se tirara por la borda, porque en otras cosas tenemos ahora el Puerto más limpio y las aguas más limpias", lo que garantiza la calidad del pescado de la zona.

Y añade: "Hemos creado una red, en la que participan los pescadores, pero también, por ejemplo, el Banco de Alimentos". Así, destaca los valores del proyecto: el científico, pues se estudian los corrientes marinas y se elabora un manual de residuos (de hecho, el profesor va a presentarlo en el Congreso Nacional de Medio Ambiente); el social, a través de 19.000 kilos de pescado donados al Banco de Alimentos; y el económico, puesto que de él han surgido otras iniciativas colaterales, como la marca 'Pescado de Motril' o la puesta en marcha de una empresa comercializadora, ya que los pescadores tienen que tener un rendimiento económico mayor del que consiguen ahora para poder continuar con su trabajo. "En esta malla tienen que funcionar todas estas patas, porque si no caen las demás", concluye Montero.

En este proyecto tienen un papel fundamental los arrastreros, pues está científicamente comprobado que los residuos que se depositan en el fondo del mar hacen que con el tiempo se forme una capa de podredumbre que acabaría con la vida marina.

El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores, Ignacio López, defiende la actuación de los arrastreros: "Hay quien piensa que en el fondo del mar hay un vergel, cuando lo que existe donde nosotros pescamos es fango, como la arena de la playa, y ahí no hacemos daño a nadie". Tal es así que una de las primeras conclusiones que han extraído es que en la zona la basura procede casi al 100% de tierra, no de los barcos.

La Autoridad Portuaria ha mostrado su buena disposición para que continúe todo este engranaje. Para ello, en los próximos días se formará a una persona para que siga la gran labor que ha realizado Francisco Estévez de clasificación de residuos. Nada más y nada menos que casi 50.000 objetos han pasado durante en un año por sus manos y por el ojo de su cámara unos 2.000, pues todos sin excepción han sido fotografiados. De hecho, para que terminase su labor de doce meses, la spin-off del proyecto ha tenido que hacerse cargo de la contratación durante el último mes de este profesional. Ahora el personal de la dársena dará continuidad a esta labor.

El hecho de que otros puertos hayan mostrado interés por el proyecto da idea de la importancia del mismo. Así, Montero viajó recientemente a Barcelona, donde mantuvo una reunión con patrones mayores de cofradías de Cataluña, que están totalmente convencidos de poner cuanto antes esta experiencia.

También Montero se desplazó hasta el Puerto de Santa María y asistió al pleno en el que el ayuntamiento se comprometió a la implantación del sistema. Desde Gijón también mostraron interés por adherirse a esta iniciativa.

"Gracias a este proyecto, los pescadores están más concienciados y la sociedad también". Pues, en último término se sabrá -cuando se analicen toda la cantidad de datos- qué residuos se encuentran en el fondo del mar y cómo han llegado allí, por lo que se pedirá en tierra una actuación y servirá de prevención para preservar la limpieza del mar en el futuro.