Con el final de año llegará también el final del periodo de consulta pública del Plan Hidrológico del Guadalquivir (2022-2027), que arrancó en junio para que los ciudadanos puedan conocer los detalles de este plan y proponer, en caso necesario, alegaciones. Como parte de esta propuesta, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) se ha enrolado en un tour por toda Andalucía para dar a conocer los detalles de este proyecto y recabar las opiniones de las autoridades. Esta particular gira aterrizó ayer en Granada, donde el presidente de la CHG, Joaquín Páez, junto al delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, y otras autoridades, desglosaron cómo afecta este nuevo plan a la provincia, que recibirá 654 millones de euros.

Fernández fue el encargado de desgranar este dato, que se repartiría a lo largo de los seis años que, de aprobarse, tendrá vigencia el futuro Plan Hidrológico y que, por tanto, correspondería a algo más de cien millones anuales. Del mismo modo, este proyecto busca “la colaboración de las administraciones”, según el delegado, de ahí que su financiación se reparta entre el Gobierno nacional, la Junta de Andalucía (que aportan cada una el 34% del total) y las entidades locales (que ponen el 32% restante), siempre buscando “el equilibrio entre el mantenimiento del medio ambiente y las circunstancias climatológicas”, afirmó.

Como parte de esa consulta abierta a la que el documento está expuesto, las distintas iniciativas están al alcance de quien quiera consultarlas en la web de la CHG, aunque Fernández puntualizó que, para la provincia, se incluyen “actuaciones tan potentes” como la reconducción de las aguas residuales en el Área Metropolitana alrededor del río Genil, para lo que se destinarán 80 millones, según Fernández.

Otro de los grandes proyectos que se prevé con la puesta en marcha del Plan es la regeneración del cauce del Darro a su paso por Granada. No es la primera vez que la CHG interviene en esta parte de la capital, pues ya lo hizo en 2015 para restaurar la cuenca del río, que se había convertido en un foco de inundaciones a raíz de las lluvias que sufrió la capital.

Precisamente, las precipitaciones serán las que marquen, según puntualizó el presidente de la CHG, la hoja de ruta a seguir por este organismo, que a principio del pasado mes decretó la situación excepcional por sequía en el 80% del territorio que se nutre de las aguas de su cuenca. Actualmente, según afirmó ayer Joaquín Páez, la provincia de Granada está a un “27% de su capacidad: el sistema de regulación general, a un 21%; y la cuenca a un 26%”.

Por este motivo, la Confederación confía en que las posibles precipitaciones que lleguen de aquí a primavera permitan aliviar un poco esta situación, de lo contrario “tendremos que decidir qué hacemos con el agua que tenemos”, concluyó Páez, quien se reiteró en que el abastecimiento de agua a la población está asegurado durante al menos dos años.

En palabras del máximo responsable de la CHG, “es importantísimo garantizar el agua de abastecimiento”, de ahí que esta sea una de los principales objetivos que se han puesto en el horizonte para la elaboración de este documento. Otro es garantizar “la generación de empleo, riqueza y economía a través del gran consumidor de agua que es la agricultura”, en palabras de Páez, quien cifró en un 87% el consumo para este área, al tiempo que aseguró que existen 400 hectómetros cúbicos para “mantener los cultivos herbóreos” porque si no el desastre es máximo.

Tras esta presentación, enmarcada en unas jornadas para divulgar los principales puntos, al borrador aún le queda hasta el 22 de diciembre, tras lo cual el Consejo del Agua de la Demarcación Hidrográfica Guadalquivir (máximo órgano de planificación de la cuenca) elevará el documento resultante al Consejo Nacional del Agua, quien a su vez lo remitirá al Gobierno para su aprobación definitiva.