Productos de Granada para una cesta de Navidad
Productos granadinos de Calidad
Antiguamente los campesinos transportaban los aguinaldos en canastillas de mimbre, donde se encuentra con probabilidad el origen de las cestas, un detalle con el que aún algunas empresas obsequian a sus empleados
SEGÚN cuenta la leyenda, la tradición de la 'propina' navideña surgió con Rómulo y Remo, fundadores de Roma, cuando en las calendas de enero recibían de sus ayudantes unas ramas cortadas de un frutal del bosque de la diosa Strenia. Más adelante, este gesto que se llamó 'estrena', se transformó en un rito que se celebró cada primer día del año y la costumbre de intercambiar ramas de laurel o de olivo se convirtió en un augurio de prosperidad y abundancia de cara al nuevo año.
Esta costumbre de dar regalos en Navidad derivó en lo que en España se conoce como aguinaldo. En algunos pueblos aún se conserva la tradición de que los niños del pueblo canten villancicos a los vecinos a cambio de alimentos o monedas.
Los aguinaldos, como antecedentes de los regalos de Navidad, se han convertido en uno de los aspectos más populares de estas fiestas. Según los lugares, pueden ser traídos por los Reyes Magos, Santa Claus, Papa Nöel o el mismo Niño Jesús.
Antiguamente los campesinos transportaban los aguinaldos en canastillas de mimbre, donde se encuentra con probabilidad el origen de las cestas, un detalle con el que aún algunas empresas obsequia a sus trabajadores y compromisos.
La provincia de Granada tiene la suerte de poseer un gran abanico de productos con los que confeccionar un atractivo regalo que llenará de alegría a sus beneficiarios. En toda cesta que se precie no debe faltar un jamón alpujarreño, que dependiendo del presupuesto podrá corresponder a 12, 14 o 18 meses de curación. Para que luzca, se deberá atar la pata en la mitad del arco de la cesta que permita ver la maza.
En la parte trasera se pueden colocar una gran gama de artículos de repostería morisca como los soplillos, los pestiños o los roscos de Loja. En los extremos, unas botellas de vino. La oferta de bodegas y variedades en este terreno es extensa, así que dependerá del gusto del agasajado. En el capítulo de bebidas no hay que olvidar una botella de ron Pálido de Motril y otra de whisky de Padul, completada con licores de la misma localidad y de pacharán Pinos Negros de Monachil.
En el apartado de alimentación, la cesta podrá incorporar chacinas de la Vega: morcillas, chorizos y longanizas, artículos elaborados de manera artesana y tradicional como los quesos de la Alpujarra y los de Montefrío.
Tampoco debe faltar una garrafa de aceite. Aquí tampoco la elección resulta tarea fácil, pues además de las dos denominaciones de origen de la provincia de Granada, hay multitud de almazaras que producen aceite de oliva de gran calidad. Las conservas permiten que se pueda disfrutar de los cultivos de la Vega granadina durante todo el año con toda la frescura del sabor. Aunque no sea temporada, también en diciembre se puede disfrutar de espárragos, habas y alcachofas.
Para finalizar, se puede completar esta cesta con un frasco de miel de Granada en cualquiera de sus variedades: mil flores, de la sierra, castaño, romero. Todas ellas colmarán las necesidades de los paladares más exigentes. Otros productos deliciosos son una tableta de chocolate de la Alpujarra, un bote de caviar de Riofrío y un paquete de boquerones secos, todos ellos únicos y exclusivos de la provincia de Granada.
Otra variedad por la que se decantan las empresas comercializadoras de frutas tropicales es elaborar cestas con las autóctonas de la costa: chirimoyas, mangos, aguacates, papayas y guayabas ofrecen una propuesta original y a la vez muy saludable.
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