Recorrido por el interior de Cogollos de Guadix

Menos de 70 kilómetros lo separan de la capital granadina. Ubicado en el límite norte del Parque Natural de Sierra Nevada, Cogollos de Guadix ofrece desde la entrada al pueblo unas impresionantes vistas de esta zona montañosa y de hecho su entorno natural es una de las joyas mejor cuidadas por sus apenas setecientos habitantes, que destacan de su localidad la tranquilidad y la cercanía con la que se vive en sus calles.

Este municipio, que forma parte del Marquesado del Zenete, es un espacio ideal para realizar excursiones a pie, en bicicleta o a caballo. Entre los rincones más destacados de la localidad se encuentra lapantanena, un pequeño embalse de agua al que se accede por un pequeño camino muy cercano al núcleo urbano y donde se puede disfrutar de un silencio casi total acompañado de un espacio natural que invita al descanso y de ese olor tan característico y tan fácil de identificar como difícil de definir, en el que se mezcla el romero, los abetos y el resto de árboles y arbustos que rodean este espacio de recreo, que anima a muchos visitantes a acercarse a la localidad.

Sin embargo no es el único espacio para disfrutar con el que cuenta Cogollos, a través del camino se accede a la denominada casa forestal, en esta zona existe además un área recreativa, y a través de este camino se puede llegar también a la ermita de la Virgen de la Cabeza y siguiendo la ruta se accede además al cercano municipio de Jérez del Marquesado.

Asimismo el municipio ofrece al visitante la posibilidad de realizar la ruta de los molinos árabes o acercarse al camino de las Viñas donde podrá disfrutar de la Sierra.

En definitiva un entorno rico, que invita tanto a los habitantes del pueblo como al Ayuntamiento a ver en el turismo una incipiente fuente de ingresos y un pequeño motor económico que se una a los tradicionales que siempre han sido la agricultura y la ganadería.

Junto a los atractivos naturales las fiestas forman también parte de los puntos que animan a los viajeros a parar en Cogollos. Mariano Molero regenta un bar familiar a la entrada del pueblo, en la plaza en la que se sitúa el Aljibe. Así destaca que "aquí se vive bien, el único problema es que hay poca gente joven, casi todos se van y la población está bastante envejecida". Se trata de un problema que persigue a muchos pequeños pueblos de esta y otras zonas de la provincia.

Asimismo Mariano apunta que el verano invita a muchos visitantes y antiguos vecinos a acercarse al pueblo "los encierros de agosto animan mucho el pueblo, son una de las tradiciones más antiguas y casi todo el munco participa". Lo mismo sucede, explica, en La Carretá, que se celebra el 31 de diciembre, también con una gran participación, y en la que se procesiona la imagen del Niño Jesús y se enciende un fuego entorno al que se baila y se canta.

Tradiciones y naturaleza se unen para hacer de este pequeño pueblo granadino un lugar ideal para acudir tanto si se busca tranquilidad, casi en cualquier época del año para practicar deportes de contacto con la naturaleza, como si lo que se busca es participar y conocer las costumbres de los lugareños, que acogen de forma hospitalaria a todos los foráneos y les animan a unirse a ellos en celebraciones y comidas populares.