Regresan los Mosqueteros de Béznar
La provincia cuenta con varias tradiciones muy singulares y una de las más antiguas se encuentra en Béznar y tendrá lugar este fin de semana. Se trata del desfile de los Mosqueteros del Santísimo Sacramento, también conocidos como los Mosqueteros de Béznar o los Mosqueteros de San Antón, que del 8 al 10 de septiembre inundarán las calles de la localidad.
Durante los días de los festejos, se espera que cientos de personas contemplen cómo los Mosqueteros, con sus coloridos trajes y sombreros hechos con flores, recorren los dos barrios de este pueblo de Lecrín disparando sus estruendosos mosquetes y arcabuces e inundando las calles de olor a pólvora.
Se trata de una fiesta muy singular, por lo que el alcalde de Lecrín, Salvador Ramírez Góngora, ha querido invitar tanto a locales como foráneos a "disfrutar de ella y participar en las demás actividades complementarias" para celebrar las fiestas patronales en honor de San Antonio Abad.
Procesiones, verbenas, degustaciones de platos populares y desfiles son algunas de las actividades con la que se conmemora esta singular tradición, que según el diputado de Turismo, Enrique Medina, "tiene su origen en 1571 en la decisiva intervención que al parecer hizo allí don Juan de Austria para recuperar el Viático robado por los moriscos durante su sublevación".
En torno a la historia de los Mosqueteros de Béznar se conmemora la victoria por parte de la milicia local, que rescató a nueve cautivos cristianos y un sagrario que habían sido secuestrados por un grupo de moriscos sublevados antes de iniciarse la guerra de las Alpujarras.
Tras las revueltas de un grupo de moriscos, concretamente los monfíes, se formó una milicia que sofocó dicha sublevación y que quedó victoriosa al traer de nuevo al pueblo al Santísimo que había sido sustraído por los musulmanes. Así se constituyó la Hermandad de Los Mosqueteros, otorgándoles el privilegio de llevar uniforme y los mosquetes o arcabuces que se usan en la fiesta. Las armas han pasado desde entonces en herencia de generación en generación y en la actualidad aún perduran una decena de los originales.
Durante los festejos, los mosqueteros no dejan de sonar ni un solo momento, disparados por los miembros de la Hermandad. Éstos recorren los barrios del pueblo ataviados con sus característicos gorros de flores y sus llamativas estolas. Los adornos de sus trajes y tocados representan los premios o recompensas que recibieron de las personas del pueblo a la vuelta de la contienda. Un acto que sin duda es gran interés, es el de la tremolación de la bandera, consistente en un paso lento llevado a cabo por el Sargento o Tío de la Pica y el Teniente Abanderado, quienes rinden armas a San Antón ante el que se arrodillan y postran la pica y la bandera en señal de respeto.
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