Sergio Domínguez logra el rejón de oro en el Coliseo

El rejoneador Sergio Domínguez, con 57 puntos, resultó ayer el triunfador del segundo certamen de Rejoneo Canal Sur Televisión, y recibió el galardón Rejón de Oro y una potra (Carmen) de la cuadra Pablo Hermoso de Mendoza. Pero el verdadero triunfador fue, por un lado, la perfecta organización de Pedro Pérez Chicote, que ha hecho del Coliseo de Atarfe una cita obligada de aficionados en festejos fuera de temporada, y por otro, la afición, que ha disfrutado de un espectáculo de alto nivel.

El segundo clasificado, Paulo Jorge Santos (55 puntos), fue galardonado con el Rejón de Plata, trofeo entregado al alimón por el Ayuntamiento de Atarfe y la empresa Chicote. El premio de consolación fue para la portuguesa Ana Rita (29 puntos), a la que se entregó un cuadro de José Gómez Enríquez, al igual que al grupo de forçados amadores, triunfadores los de Chamusca, que realizaron tres pegas (al segundo, cuarto y sexto novillo), perfectas y espectaculares. Los forçados de Ribatejo (primero, tercero y quinto), con alguna pega fallida, recibieron el segundo premio, otro cuadro de Enríquez.

A Sergio Domínguez le salió bien la jugada, pero a punto estuvo de cantar lo de Se equivocó la paloma. Su primer novillo tuvo bondad pese a no transmitir en exceso. Lo recibió con un castigo muy sobrio, para dar paso en banderillas con Guadalquivir a un toreo de distancias, temple de costado y perfecta ejecución de la suerte, pese a que alguna banderilla no prendió. Dos cortas en el centro del anillo y fallo con el rejón pusieron fin a una faena bien argumentada.

Pero el peso de su actuación lo había dejado para el cuarto, sin duda jugaba la baza de Gallito, pero pese a la espectacularidad y buen hacer de caballo y jinete, el novillo fue descastado y soso. Era imposible lucir más en banderillas, pese al buen comienzo con Ronda, clavando al estribo y saliendo con piruetas espectaculares de la cara del novillo. Tres cortas en lo alto y demasiado riesgo para lograr el Rejón de Oro.

Paulo Jorge Santos volvió a exhibir al igual que en la semifinal un toreo a caballo serio, clásico y sin demasiadas concesiones. Su primer novillo fue blando, buscaba tablas y embestía a oleadas. Sólo la cuarta banderilla tuvo ortodoxia, las demás, a novillo algo pasado. La más espectacular llegó con los alardes en las tres cortas.

El quinto novillo comenzó rajado, pero fue a más. Marcó muy bien los tiempos con Limoges en banderillas, fijó al novillo y clavó al estribo. Tres cortas en todo lo alto, pero falló con rejón de muerte.

Ana Rita no respondió a las expectativas. Le pudo la responsabilidad y los nervios, y la verdad es que tuvo una tarde nada más que discreta. No hay que echar leña al fuego, pero sólo la voluntad la salvó en sus novillos.

Demasiados pases en falso, poco dominio de la cabalgadura y muchos toques al caballo. Le faltó medir los terrenos, pese a que algún par fue de buena ejecución. Las rosas de remate no fueron suficientes par redondear una tarde no muy afortunada, de la que sin duda la rejoneadora esperaba más.

Uno de los grandes atractivos de la tarde fue la actuación en todos los novillos de los forçados. Los de Chamusca, espectaculares y los de Ribatejo, muy voluntariosos.

El presidente de la corrida, Santiago Pomares, no concedió el rabo en el cuarto, pero acertó, ni faena ni novillo lo merecían.