El conflicto de las viviendas sociales del barrio sexitano de Laderas de Castelar quedó solventado definitivamente el martes con la entrega de los pisos a sus 63 adjudicatarios. Si bien se encontraban ocupadas desde hacía tiempo por los compradores, su situación era precaria en materia administrativa y de suministro de servicios. El acto sirvió también para la cesión al Ayuntamiento de dos locales que se destinarán respectivamente a una casa de acogida y una sede de asociaciones vecinales.

La entrega oficial del proyecto, conocido como Vivienda Joven, pone punto final a un conflicto que se extendió durante cinco años, desde la firma del convenio entre el Ayuntamiento de Almuñécar y la empresa promotora El Cercado de la Santa Cruz. Los problemas surgieron cuando se autorizó por parte del Consistorio la construcción de los inmuebles en un terreno calificado como industrial, lo que motivó su paralización por parte de un juzgado, a instancias de la Junta de Andalucía.

Pese a la orden judicial, las obras siguieron adelante y los adjudicatarios ocuparon las viviendas, aunque su situación irregular motivó que servicios como el suministro de agua o electricidad estuvieran funcionando de forma precaria. Tras el acuerdo alcanzado recientemente entre el Ayuntamiento y la Delegación de Obras Públicas en Granada, se concretó la recalificación de los terrenos que permitió regularizar las viviendas y conceder la licencia de primera ocupación.

Trinitario Betoret, responsable de la promotora El Cercado de la Santa Cruz, recordó que "las personas que estaban viviendo allí no podían tener acceso ni a la luz ni al agua", por lo que "les hemos mantenido los suministros mediante acuerdos con Aguas y Servicios y Endesa para que no se cortaran". No obstante, destacó que "estas personas vivían de forma precaria, porque además el ascensor no podía estar en servicio porque no cumplía los mínimos necesarios de corriente para funcionar". Pero desde el martes "todo esto ha quedado resuelto y a partir de ahora todas las personas podrán contratar directamente los servicios y realizar una vida normalizada, que es lo que estábamos deseando todos", afirmó Betoret.

El acto sirvió también para la entrega al Ayuntamiento sexitano de dos locales situados en el mismo edificio. Uno de ellos tiene 150 metros cuadrados y se destinará a los Servicios Sociales para servir como residencia de acogida de personas que tengan necesidad de vivienda, como por ejemplo mujeres maltratadas. El recinto cuenta con cinco habitaciones, comedor, cocina y salón y tiene capacidad para albergar entre 12 y 15 personas. El otro local, de 100 metros cuadrados útiles de superficie, será la sede de las asociaciones de vecinos de los barrios de Laderas de Castelar y San Sebastián.