Vecinos exigen que el autobús interno por el pueblo cueste 20 céntimos

También reclaman al alcalde que haya más frecuencia horaria en la línea y una mejor conexión con la capital

Rober tenía hasta ahora la concesión del servicio.
Rober tenía hasta ahora la concesión del servicio.
Redacción / Monachil

Monachil, 17 de enero 2008 - 05:01

Vecinos de Monachil han mostrado su malestar con la decisión del equipo de gobierno formado por PSOE e IU de cambiar de forma "súbita e improvisada" el servicio de transporte de autobús que conecta distintas zonas del municipio y que, según denuncian, causa graves trastornos a distintos colectivos sociales por la reducción de frecuencias horarias, el coste del viaje y los cambios en el itinerario.

Los vecinos, que se han dirigido al alcalde José Luis Samos (PSOE) sin que hasta el momento hayan obtenido respuesta, consideran que la decisión de rescatar el servicio para ponerlo en manos de nuevo de la empresa Liñán -hasta ahora lo venía desempeñando Rober-ha supuesto no sólo la implantación de una tarifa actual de 50 céntimos, cuando en el último año venía siendo gratis, sino también una peor conexión con el transporte metropolitano que conecta con la capital.

Aunque aseguran que no se oponen al establecimiento de una tarifa, los vecinos consideran que la actual es "excesiva" para muchos colectivos, por lo que proponen que se establezca un precio simbólico de 20 céntimos. Con ello se conseguiría que al mismo tiempo que la línea interna, la que comunica las distintas zonas del municipio, "se utilice de manera abusiva por parte de algunos usuarios".

El anterior equipo de gobierno integrado por el PP, PA y un independiente llegó a un acuerdo en el pasado mandato con la compañía Rober para que hiciera un servicio que hasta entonces venía prestando Liñán. El nuevo servicio costaba al municipio 6.000 euros mensuales, según aseguran los vecinos, pero, a diferencia del anterior, era gratuito. Los denunciantes aseguran que el cambio de compañía, con nuevas frecuencias y otro itinerario, causa trastornos a los niños que van a diario al colegio e instituto, así como a los ciudadanos que acuden al Centro de Salud, supermercados o pequeño comercio.

En este sentido exigen, además del abaratamiento de la tarifa, la ampliación del horario de lunes a sábados y festivos, una conexión con las líneas metropolitanas y la señalización adecuada de paradas.

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