Los peores pronósticos se están cumpliendo y el viento ha vuelto a soplar con intensidad en el valle de Lecrín, avivando las llamas en el frente norte y noreste del incendio de Los Guájares. El fuego, además, está empezando a afectar a algunas construcciones aisladas aunque ahora mismo ni se ha incrementado el nivel de alerta ni se están las llamas cerca de ningún núcleo de población.

Es el caso de unas casas de campo donde las llamas han llegado a la valla exterior de la misma, pero la rápida intervención de uno de los helicópteros de extinción ha frenado que estas lleguen a la edificación.

Cerca de una veintena de aviones y helicópteros siguen trabajando en la zona y lo harán hasta que caiga el sol esta tarde, para lo que quedan pocos minutos. Será el turno exclusivo de los medios de tierra, que tendrán por delante otra larga noche para luchar contra el fuego con una meteorología peligrosa y desfavorable.