Educación

La lucha de unos alumnos con necesidades especiales para recuperar su espacio en Armilla

Piscina cubierta de Armilla

Piscina cubierta de Armilla / R. G. (Granada)

Desde hace una década, los estudiantes del Centro Público Específico de Educación Especial Jean Piaget han disfrutado de una experiencia cuanto menos enriquecedora, un viaje desde su propio centro hasta la Piscina Municipal Cubierta de Armilla, donde recibían sesiones educativas llenas de jolgorio y compañerismo centradas en la hidroterapia.

Esta travesía no solo les brindaba momentos de máximo júbilo junto a sus compañeros, sino que también les proporcionaba aprendizajes y herramientas valiosas durante su estancia en el agua de las instalaciones armilleras. Sin embargo, recientemente, estos estudiantes se han enfrentado a un duro revés, pues el Ayuntamiento de Armilla ha negado el acceso a la piscina cubierta, donde previamente hacían uso exclusivo de dos calles para realizar estas actividades durante hora y media.

Ante esta negativa, el AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) del centro, con su presidenta Josefina Roig y su tesorera Maria José Domínguez a la cabeza, ha alzado su voz para reivindicar este espacio de lo más vital para sus hijos, vecinos, hermanos y amigos.

Las madres y padres de los alumnos solicitaron una reunión con Loli Cañavate, alcaldesa del municipio, hace más de dos meses, pero ante una espera incesante en la que las medidas no han surgido, el nerviosismo y la desesperación se han apoderado de los afectados y sus familiares, quienes tan solo demandan una pronta solución satisfactoria y respuestas por parte del organismo municipal.

Repercusiones reales

La negativa del Ayuntamiento ha obligado a algunos afectados a desplazarse a otras localidades, recorriendo distancias considerables para realizar actividades que podrían llevarse a cabo a escasos metros del Centro Jean Piaget, el único centro público específico de educación especial en Granada.

"El propio transporte de los estudiantes a pie desde el colegio formaba parte de la actividad, pues contribuía al desarrollo de la autonomía y al aprendizaje de seguimiento de normas. Inicialmente, el Ayuntamiento se encargaba del contrato de monitores, pero esta ayuda desapareció y se convirtió en un gasto asumido por nosotros, con lo cual solo pedimos que nos cedan esas dos calles de la piscina, pues asumiremos todo lo demás", afirma Maria José Domínguez.

Hasta hace escasos meses, eran personas del servicio de voluntariado de Andalucía quienes acompañaban a los estudiantes en el camino a la piscina y les ayudaban a cambiarse en los vestuarios.

Buscando soluciones y respuestas

La principal queja del AMPA radica en la falta de explicaciones y transparencia por parte del Ayuntamiento, que, frente a la protesta pública del AMPA, se ha manifestado afirmando que ya se encuentra trabajando en unas medidas que solucionen esta problemática. Desde el ayuntamiento armillero aseguran estar comprometidos con la búsqueda eficiente de una solución adecuada para un programa que ha funcionado de manera exitosa durante diez años.

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