Detienen a un hombre por maltratar y mutilar a 11 gallos para usarlos en peleas en Granada
Los animales tenían cortadas sus crestas, barbillas y orejillas, además de pechos y patas desplumados
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Un individuo de 45 años de edad ha sido puesto a disposición judicial por la Guardia Civil de Granada como presunto autor de un delito de maltrato animal, después de que mutilara y cortara partes del cuerpo a 11 gallos. Estos animales se encontraban en un corral en la azotea de un edificio de la localidad de Churriana de la Vega, en el Área Metropolitana granadina.
El pasado día 22 de julio, agentes de una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil realizaron una inspección al propietario de estos animales, al tener conocimiento por quejas vecinales del ruido que producían y de su posible maltrato. Los gallos se encontraban situados en la azotea de un edificio, estando expuestos a pleno sol y a altas temperaturas, por lo que podrían estar en malas condiciones de cuidado e higiene animal.
Durante la inspección del lugar, los agentes del Seprona comprobaron que se trataba de un espacio que se usaba como criadero de pollos, gallinas y gallos combatientes de raza española. Además, había una zona donde había máquinas para entrenar a los animales y prepararlos para la pelea.
Asimismo, los guardias civiles pudieron observar unas jaulas que contenían 11 gallos combatientes españoles, los cuales presentaban sus barbillas, crestas y orejillas cortadas, así como también sus pechos y muslos desplumados. El propietario de los gallos manifestó a los agentes haber realizado él mismo estas mutilaciones.
Por tales hechos, los agentes del Seprona han puesto a este individuo a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Granada como presunto autor de los delitos de maltrato animal.
Los gallos combatientes españoles son una raza de gallo originaria de España, especialmente abundante en Andalucía, y que es usada para las peleas de gallos por su actitud para combatir con los de su misma especie. Las personas propietarias de los mismos, si son usados en este sentido, suelen recurrir a la mutilación de los apéndices corporales sobresalientes para su protección de posibles heridas en la pelea y que no sean un blanco de ataque para el animal oponente. Asimismo, el desplume de partes del cuerpo busca endurecer esas zonas de la piel.
La Guardia Civil ha recordado que este tipo de intervenciones en los animales, cuando implican dolor, sufrimiento y/o la alteración corporal, constituyen no solo un delito de maltrato animal, sino también un grave riesgo para la vida del animal, al realizarse habitualmente en condiciones higiénico-sanitarias no adecuadas, y sin medicación anestésica ni instrumental adecuado.
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