Una empresa motrileña vende mangos 'importados' del cielo

Costa tropical

Comercializa por internet los frutos tropicales que produce un huerto enclavado en un paisaje de nombre celestial · Los principales clientes son de Madrid y Granada

1. Los frutos cuelgan de los árboles de tal forma que parecen suspendidos del cielo. Por eso y por la belleza de la finca, un amigo del propietario la bautizó con ese nombre. 2. El Cielo está a 300 metros de altura y tiene vistas a Torrenueva. 3. Un frondoso árbol del valorado fruto tropical, en el huerto de la localidad motrileña.
1. Los frutos cuelgan de los árboles de tal forma que parecen suspendidos del cielo. Por eso y por la belleza de la finca, un amigo del propietario la bautizó con ese nombre. 2. El Cielo está a 300 metros de altura y tiene vistas a Torrenueva. 3. Un frondoso árbol del valorado fruto tropical, en el huerto de la localidad motrileña.
Rosa Fernández / Motril

06 de septiembre 2010 - 05:01

Valeriano Ferreira es de los pocos mortales que puede presumir de vivir en el cielo sin tener que abandonar este mundo. Todo empezó casi como una broma que fue tomando cuerpo. Enclavada en el corazón de la Costa Tropical, se encontraba una finca a la que le había dado esta familia el nombre de El Portichuelo, hasta que un día un amigo de este empresario de Motril visitó dicho lugar y, extasiado con la paz que se respiraba allí y la belleza de las vistas al mar y a Sierra Nevada, exclamó: "Si el cielo es como esto, a partir de ahora voy a empezar a ser bueno". Desde entonces, cada vez que los hijos de Valeriano le llamaban para comprobar dónde estaba, comenzó a decir que se encontraba en el cielo y así, poco a poco, fue cambiando la denominación de esta huerta.

Fue el germen de la única empresa que produce y comercializa online mangos en toda Europa. Pero los orígenes se remontan a unos cuantos años antes, cuando Ferreira realizó un viaje por Sudamérica y descubrió la exquisitez de este fruto propio de climas tropicales. "Vino entusiasmado", comenta su hijo, Miguel, que se encuentra al frente del negocio de vender mangos por internet, pero con una particularidad: "Los cogemos del árbol expresamente para el cliente que realiza un pedido".

El proceso se realiza de la siguiente manera: Los clientes visitan la página web www.mangosdelcielo.com y realizan pedidos. Estos llegan en tiempo real a través de mensaje al móvil del gerente que llama por teléfono a la finca El Cielo antes de mediodía y comunica el número de peticiones y volumen de cada una. Si el pedido ha entrado antes de las 12 de la mañana, puede ser servido por mensajería en 24 horas en su domicilio. Si se realiza por la tarde, en un plazo máximo de 48 horas. El precio de una caja de 4 kilos es de 29,85 euros, a cualquier punto de España, con el transporte y el IVA incluidos.

Los principales clientes de esta empresa motrileña son madrileños y, sorprendentemente, granadinos -"así no tienen que cargar el peso hasta su casa", justifica Miguel Ferreira-, aunque reciben mensajes de toda la geografía española.

El plus añadido que tiene este producto es que se madura directamente en el árbol, no en una cámara frigorífica, lo cual garantiza que el sabor sea óptimo.

Mangos del Cielo, que acaba de comenzar su campaña, la cual finaliza en diciembre, comercializa 100.000 kilos al año. Sus responsables, desanimados por la falta de conocimiento sobre esta fruta tropical en las propias alhóndigas "donde no saben apreciar las de mayor calidad, ya que no diferencian entre una variedad y otra, lo que es lo mismo que decir que todos los jamones son iguales" -dice Miguel- y por la baja rentabilidad de introducir el producto a través de intermediarios, iniciaron su andadura el año pasado a través de internet. Están cerrando acuerdos comerciales en distintas plazas, como el que ya han logrado con Mercamadrid y planean su expansión en un futuro a otros países de Europa.

Se adquiera la fruta o no, recomiendan visitar la página web, ya que se dan consejos acerca de cómo comer los mangos "sin que chorreen por las manos y los brazos, como les ocurre a algunas personas", la mejor manera de conservarlos o cortarlos.

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