La ermita de Belerda queda destrozada por culpa de un desprendimiento de tierra

Dos viviendas fueron desalojadas ayer en Belerda, una pedanía de Guadix, a causa del desprendimiento de una falla del terreno que también dañó considerablemente la ermita del pueblo. Uno de sus laterales quedó del todo destruido.

El suceso se produjo antes del mediodía a causa de las intensas lluvias y no provocó heridos. Los desprendimientos también han afectado a varias casas-cueva que estaban deshabitadas y que han quedado enterradas bajo las rocas.

Como se suele decir, pudo ser mucho peor. "Cinco minutos antes del desprendimiento salió de una de ellas una mujer que venía de recoger leña y que se ha salvado por los pelos", explicó un bombero de Guadix.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron efectivos de la Policía Local y Protección Civil, así como agentes de la Guardia Civil y personal técnico del Ayuntamiento accitano. También acudió el alcalde de Guadix, Santiago Pérez.

El Ayuntamiento ha optado por vallar el perímetro de riesgo, ya que las peculiaridades del terreno, de arcilla y piedra, hacen que no pueda darse ni un paso sin riesgo de nuevos desprendimientos

De hecho, aún no ha sido posible entrar en el templo -se trata de la iglesia de San Francisco de Asís, construida a principios del siglo XX y que, curiosamente, fue reformada hace sólo cuatro años- para sacar las imágenes que hay dentro, cosa que no podrá hacerse hasta que el ingeniero de minas que visita hoy la zona determine si se puede entrar con seguridad.

También se ha cortado al tráfico la carretera que cruza el pueblo, aunque se permitirá el acceso y salida a los vecinos. El derrumbamiento también ha hecho necesario el desalojo de otras dos que quedan justo frente a la ermita ante la posibilidad de nuevos desprendimientos.

El Ayuntamiento ha contactado con Sevillana Endesa para comunicarle las repercusiones que el suceso ha tenido sobre la red eléctrica. Una vez puestos en contacto los servicios técnicos municipales con el ingeniero de minas que visitará hoy el lugar, se queda a la espera de sus indicaciones técnicas. Hoy mismo se podría contratar, una vez que se tengan las indicaciones, a la empresa que deberá hacerse cargo de la demolición.