La futura estación de autobuses, parada por el retraso de los pagos de la Junta

El proyecto de la futura estación de autobuses de Loja se queda en punto muerto. Las obras deberían haber comenzado en abril de 2011 y según se anunció por aquel entonces, el edificio debía haberse hecho realidad nueve meses y medio después. Pero lo cierto es que en el lugar elegido para levantar este apeadero, en los Pinos frente al mirador de Isabel II, aparte del cartel anunciador del proyecto que se instaló desde un principio, no hay señal alguna de que las obras hayan empezado. Ni lo harán a menos a medio plazo.

Conacón, la empresa constructora encargada del proyecto, se negó a comenzar los trabajos porque la Junta de Andalucía difirió el grueso de los pagos hasta 2013, lo que le supondría tener que adelantar la financiación de la obra. En concreto, la administración andaluza había previsto pagar en el año 2011 alrededor de 10.000 euros, en 2012 unos 112.000 y en 2013 el resto, el montante mayor, 997.000 euros.

Ya que la empresa constructora no comenzaría el proyecto hasta dentro de dos años, el gobierno municipal de Loja aprovechó para pedir a la Junta la suspensión de la obra y proponerle una modificación del convenio con la idea de construir la infraestructura en otro lugar. El Ayuntamiento considera que el emplazamiento original no es "el más idóneo" desde el punto de vista medioambiental y económico, "ya que costaría más picar la piedra del terreno que el propio edificio", explicó el alcalde de la localidad, Joaquín Camacho. Propone como lugar alternativo los terrenos anexos a las pistas deportivas del Caminillo.

Sin embargo, la administración andaluza afirma que el cambio de ubicación supondría modificaciones "de calado" en el proyecto original, lo que provocaría disolver el convenio suscrito entre el Ayuntamiento de Loja y la Consejería de Obras Públicas y redactar uno nuevo "bajo las condiciones pertinentes". Según el convenio vigente, el Ayuntamiento aporta los terrenos y la Junta se hace cargo de la financiación de la infraestructura. Por ello, el gobierno municipal se niega a renunciar a él y pide que se hagan las modificaciones oportunas en el proyecto, en cuanto a cuantía de financiación y rediseño del edificio.

Camacho acusó a la Junta de "falta de lealtad" y de "tender una trampa" al Consistorio lojeño. "Nos dicen que si no queremos esa ubicación que renunciemos al proyecto y eso no lo vamos a hacer", dijo. Asimismo, confió en llegar a un acuerdo que permita sacar adelante el proyecto de la estación de autobuses de Loja.