Una tremenda explosión en la madrugada de ayer inquietó a los vecinos de Almuñécar. Poco antes de las 2 de la madrugada, se escuchó un tremendo estruendo en las casetas de los pescadores ubicadas junto al bar Las Tres Rejas, bajo los peñones del Santo, en la playa de San Cristóbal, que provocó que los vecinos se asomaran a los balcones para ver que había sucedido.

Como consecuencia del estallido, salieron volando varios objetos a una distancia de unos 200 metros en forma de metralla que provocaron la rotura de cristales y considerables daños en los bares, restaurantes y hoteles próximos. "Por fortuna ha sido de noche, si llega a ocurrir de día hubiera habido una tragedia", comenta Diana Jiménez, mientras atiende la terraza de su negocio.

Además, tres casetas de los pescadores quedaron destrozadas por el estallido. El impacto de la metralla se podía observar incluso en la popa de uno de los barcos decorativos del paseo, que presentaba un profundo orificio. De forma inmediata, se desplazaron hasta el lugar de los hechos los bomberos, ambulancias, Guardia Civil y Policía Local, procediendo al rastreo de la zona para comprobar y confirmar que no había víctimas entre los escombros.

A lo largo de la mañana, los propietarios de los negocios afectados intentaban recuperar sus enseres, mientras los operarios municipales procedieron a retirar los restos de la explosión, antes de que la Guardia Civil precintara la zona afectada. La incógnita del origen de la explosión era la pregunta que se hacían todos los vecinos. Algunos se mostraban escépticos: "si hubiera sido una explosión de gas hubiera prendido llama, no hubiera sido el impacto tan grande" comentaban unos, mientras otros apuntaban a que "olía a pólvora quemada", e incluso no descartaban que hubiera sido un señuelo para que, mientras se personaba en el lugar la Guardia Civil, intentar introducir droga por la costa.