La dirección de la bodega Ron Montero, de la localidad granadina de Motril, donde hace diez días se produjo una explosión que provocó la muerte de uno de sus trabajadores y heridas a otros dos empleados, ha asegurado que las obras de las instalaciones avanzan a buen ritmo para recuperar el funcionamiento normal de la fábrica este mes.

Andrea Martín, directora de Ron Montero, señaló que el accidente que afectó a las instalaciones motrileñas el pasado 2 de julio causó daños menores como la caída de techos, pero que no afectaron ni a la barrica ni al almacén.

"Estamos trabajando en la remodelación con un equipo muy dedicado y esperamos los informes pertinentes que certifiquen que todo está correcto para estar listos en un plazo aproximado de dos semanas", detalló Martín.

La directora explicó que han comenzado de nuevo a servir su producto a los clientes que tenían los pedidos aplazados y que ahora centran sus esfuerzos en acompañar a la familia de los afectados y a los dos empleados que continúan ingresados en la unidad de quedamos del hospital Virgen del Rocío de Sevilla con una evolución favorable.

El accidente laboral ocurrió la tarde del pasado 2 de julio durante el intercambio de alcohol de un depósito de 30.000 litros, momento en el que, según los bomberos, se produjo la acumulación de gases en la salida de uno de los tanques que causó una explosión.

En la bodega siniestrada no se destila el alcohol -esto se hace en destilerías que la empresa tiene en Lobres y Salobreña-, por lo que allí no se trabaja con temperaturas elevadas, que es lo que genera un mayor riesgo.

La Policía Científica concluyó que el accidente respondió a la explosión registrada en un depósito de alcohol, un hecho accidental y no intencionado.