Provincia

Una fábrica con vocación de museo

  • El proyecto quiere convertir el edificio en referente internacional por su exposición temática sobre el azúcar y por la rareza de sus máquinas de vapor, que tienen un gran valor patrimonial

El pasado ligado a la caña de azúcar está más presente que nunca en la mente de los motrileños desde que se dijo adiós a la última molienda en 2006. Quizá sea por nostalgia o por la necesidad de poner en valor los edificios existentes con el objetivo de crear reclamos turísticos y culturales, ante el patrimonio poco respetado y perdido en la historia de Motril. Con el objetivo de que la ciudad se convierta en un referente a la hora de estudiar una época gloriosa en la que la prosperidad vino a la zona de la mano de este oro dulce, el municipio abrió hace años el Museo Preindustrial de la Caña de Azúcar, el único de Europa, poco después, el Centro de Interpretación de la Caña y el año pasado inició las obras del Museo del Azúcar de la Fábrica de Nuestra Señora del Pilar.

Este futuro museo quiere convertirse en un referente internacional dentro de los museos relacionados con la industria por su exposición temática sobre el azúcar y por la rareza de sus máquinas de vapor.

La recuperación de este edificio que ha estado en continuo deterioro desde su cierre en 1984 es el proyecto más ambicioso (no sólo en el ámbito cultural) del Ayuntamiento motrileño y costará unos 8 millones de euros. La grave situación de las arcas municipales y la crisis no han impedido, sin embargo, que el Consistorio se haya lanzado a ejecutar las primeras obras, iniciadas en septiembre de 2008. Se trata de una primera fase.

Las actuaciones se encuentran enmarcadas dentro del Plan de Infraestructuras Culturales que incluye la adecuación del edificio del Almacén de Azúcar por un valor de 240.000 euros, la adaptación y rehabilitación de los espacios de la zona norte del recinto de la fábrica y los accesos a la nave del Tren de Molinos, que cuestan 197.000 euros y las obras de urbanización del recinto sur, con un importe de 200.000 euros, según informó el concejal de Obras y Mantenimiento, Francisco Alcaraz. En total, el Ayuntamiento ha conseguido 600.000 euros de distintos programas, como el Proteja o el Plan E.

Ahora están a la espera de que la Junta les dé el visto bueno para realizar ya el Plan Director. Según el concejal de Cultura, Nicolás García, las obras que se están realizando "en tiempo récord" van a buen ritmo y esperan que a finales de año ya pueda estar finalizada la sala de exposiciones y un gran restaurante terraza, que seguro que animará la zona del barrio del Pilar. "De esta forma, se conjugará una oferta cultural importante con una zona de ocio", afirmó el edil.

Este mastodóntico proyecto implica a varias áreas del Ayuntamiento. Así, el responsable de Urbanismo, José Luis Chica, también dice que "desde los servicios técnicos se está trabajando para poder seguir avanzando en la rehabilitación completa de este espacio". Mientras se acaba (no se atreven a poner fecha final), sí afirman que los espacios se irán abriendo conforme se vayan terminando, de manera que los motrileños puedan ir disfrutándolos.

El proyecto global permitirá la rehabilitación de todas las instalaciones, las restauración de los edificios del complejo fabril (las instalaciones por sí mismas forman parte del Patrimonio Arqueológico Industrial de Motril) y la recuperación paulatina de parte de la maquinaria existente. En este último punto reside uno de sus principales tesoros. La impresionante maquinaria que se conserva forma un conjunto que también presenta un alto valor patrimonial en sí mismo inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.

Dada la magnitud del proyecto, se ejecutará en tres fases. En la segunda se acometerán todos los equipamientos museográficos previstos en la primera (ya iniciada), la urbanización, acondicionamiento técnico y equipamientos de los edificios y se afrontará la rehabilitación de otros. En una tercera fase, se contempla la rehabilitación del cuerpo central de la fábrica, la restauración de calderas y otras máquinas, la habilitación de corredores de tránsito para efectuar la visita, la instalación de estructuras para ese recorrido y, por último, la rehabilitación de las dos plantas del almacén de azúcar, que cuenta con forjado de madera, así como el equipamiento museográfico interpretativo que complete la exposición temática desarrollada en la primera fase.

Cuando se completen las diferentes fases, se podrán establecer recorridos por la fábrica, la exposición temática del museo estará ubicada en el interior (en concreto en la zona de almacenes, que cuenta con una superficie amplia como para acoger una exposición extensa). Esta última se integrará en otra muestra de mayor formato y la exposición final del museo ofrecerá una introducción sobre la historia general del azúcar desde la época industrial hasta nuestros días.

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