Motril ha demostrado que cuenta con un festival  aéreo con muchos vuelos y que se ha convertido en uno de los mejores y de los referentes  de los que se desarrollan a nivel nacional,

Un Festival Internacional que se lleva viviendo de una forma muy especial en el litoral granadino durante todo el fin de semana,  ya que han sido múltiples las  actividades complementarias que se han tenido oportunidad de vivir durante estos días.

Desde primera hora, apenas las siete de la mañana, ya se podía palpar que iba a tener un seguimiento masivo y que iba a resultar difícil encontrar un sitio en la playa para verlo, ya que a esa hora se asentaban los primeros espectadores en los llamados “sitios privilegiados”  cerca de la zona de exhibición.

Un programa que pudo desarrollarse según lo previsto, y además con un cielo completamente despejado al que acompañó una temperatura próxima a los 30 grados que hizo que buena parte de los más de 100.000 espectadores concentrados  entre las playas de Granada y Poniente  buscaran el resguardo de las sombrillas  para seguir el espectáculo o por momentos la misma lamina de agua para poder contemplarlo con más facilidad, y de esa forma suavizar la temperatura ambiental.

Fueron cerca de tres horas y media de espectáculo en las que se pudieron disfrutar de maniobras acrobáticas, en algunos momentos muy arriesgadas, de los pilotos que participaron viniendo de distintos puntos de España o del extranjero.

Una exhibición dividida en una decena de partes en la que cada una de ellas cumplió la función marcada, los primeros en cruzar el cielo fueron un grupo de paracaidistas pertenecientes a la Patrulla PAPEA, que con varias banderas de España, hizo que el Festival arrancase de una manera brillante.

Uno de los principales atractivos de esta edición ha sido la presencia del grupo acrobático de vuelo del a ejército español , la patrulla aérea Aguila, que ha hecho disfrutar al público Además de el el Orlik Patrol Team que alcanza los 480 kilómetros hora y el caza Eurofighter que con varios estruendos haciendo gala de los 800 kilometros que puede llegar a alcanzar, arrancó los vítores de los presentes Aunque tal vez lo que más agradó por la cercanía de su exhibición fue el Canadair, que hizo carga y descarga de agua para un supuesto incendio