"A finales de mes no quedará nadie en el tramo Puntalón-Carchuna"

Los trabajadores creen que esta semana se despedirá a siete compañeros y advierten de que en febrero el famoso tramo de la autovía estará solo · La subcontratas se marchan de la parte que construye Acciona

Tramo de la A-7 entre Polopos y Albuñol.
Tramo de la A-7 entre Polopos y Albuñol.
Nacho Martín / Motril

22 de enero 2012 - 05:01

La alarma volvió a surgir el viernes, cuando la portavoz del PSOE de Motril, Flor Almón, lanzaba la bomba: la A-7 se para y se despide a los trabajadores de la Autovía del Mediterráneo en sus tramos de Almuñécar-Lobres y Puntalón-Carchuna "como consecuencia de las primeras decisiones del Gobierno de Mariano Rajoy".

El PP lanzó acto seguido un escueto y estudiado comunicado en el que negó rotundamente que la A-7 se paralice ahora. Decía que el tiempo les daría la razón y que los ciudadanos comprobarían su compromiso con la autovía "en los próximos meses". No han querido dar más pábulo a lo que ellos creen que es una maniobra electoralista del PSOE de cara a las elecciones a la Junta de Andalucía de marzo. En cualquier caso, se trataba del último episodio de la historia gafada (e inconclusa) que empezó hace más de 20 años de una autovía necesaria para la Costa y las provincias afectadas.

A pie de obra, los obreros se encontraban ajenos a estas polémicas, sin embargo, este periódico sí pudo comprobar cómo estaban muy preocupados por lo que más les importa ahora mismo: tener trabajo. Y en el famoso tramo por la notoriedad que obtuvieron los túneles tapiados en 2010 de Puntalón-Carchuna, que está construyendo la empresa Acciona, los ánimos estaban por los suelos y la actividad era prácticamente inexistente.

Una vez más sus trabajadores recibían la noticia que más se temían y es que se les acababa el trabajo. Algunos ya se han tenido que ir esta misma semana (alrededor de una decena), otros -que están perforando para dinamitar- terminarán su trabajo el miércoles y, el resto, aseguran que se irán a la calle. De hecho, ya han recogido otra vez los materiales.

La decisión afecta alrededor de una treintena de obreros, que son los que quedan en la parte del tramo de Carchuna. Los bríos con los que se comenzó a trabajar en este tramo después de llegar a una solución negociada con el Ministerio (al acto de tirar las tapias de los túneles incluso se convocó a los medios de comunicación) han desaparecido apenas unos meses después.

De nuevo, es un secreto a voces que "no hay dinero", aseguran que han oído hasta la saciedad los trabajadores; un rumor que viene de "más arriba" y en el que cree a pies juntillas. "Sin dinero, las empresas no se mueven", razonan fuentes cercanas a la obra.

Su marcha, otra vez, supone un nuevo drama -en plena recesión- en la maltrecha economía de la zona, ya que la marcha de las subcontratas no sólo deja a trabajadores en la calle, sino que las empresas auxiliares también pierden unos ingresos con los que contaban.

En sus declaraciones, Flor Almón hacía referencia a la paralización de dos tramos de la Autovía del Mediterráneo: Puntalón-Carchuna (perteneciente el término municipal de Motril) y Lobres (Salobreña)-Taramay (Almuñécar). En este último caso, los trabajadores de FCC, la empresa concesionaria, continuaban ayer su actividad cotidiana.

"Nosotros, al menos en esta parte de la obra no hemos oído hablar nada de despidos", comenta a la salida del tajo uno de los operarios que prefiere no facilitar su nombre. "La obra sigue al mismo ritmo que la semana pasada, de hecho este sábado hemos venido a currar veinticinco hombres, más de los que vienen cualquier otro sábado". El mismo trabajador explica que "este día, como es extraordinario no trabaja toda la plantilla, sino que sólo venimos unos pocos, para así ir adelantando faena".

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