En los fondos artísticos de la Diputación: más de 1.500 obras para el futuro museo
La institución provincial ha ido atesorando desde los años 80 una importante colección artística que se podrá mostrar en el futuro museo del Banco de España
El almacén del arte de la Diputación de Granada, en imágenes
La Diputación de Granada tiene entre sus grandes proyectos la creación de un gran museo. Será en el edificio del Banco de España, que ha adquirido y está a punto de escriturar. El fin: contar con un espacio para mostrar los ingentes fondos artísticos que posee la institución provincial. Y no son pocos. Hasta ahora están adornando despachos, en edificios institucionales o en galerías prestados para exposiciones. Pero con el nuevo museo se podrá poner a la vista de los granadinos el patrimonio que se ha ido atesorando en las últimas décadas. Y no es poco. Son más de 1.536 obras, algunas incluso BIC, entre esculturas (54), pinturas (374), obra gráfica (396), fotografía (118), instalaciones (13), utensilios históricos (206) y mobiliario histórico (375). Ahora, la forma de ver muchos de estos fondos en exposiciones temporales, cedidos puntualmente a otros museos para muestras concretas. Y pronto cambiará con el nuevo museo de la provincia que ha sido prioridad de esta corporación.
En un edificio de la Diputación (que no desvelamos por seguridad de las obras), se encuentran los fondos artísticos de la institución provincial. En una visita a este almacén del arte podemos comprobar cómo se almacenan principalmente los cuadros, los más numerosos. El director del centro José Guerrero y responsble de la sección de Artes Plásticas de la Diputación, Paco Baena, nos hace de inmejorable guía y explica cómo surgió la colección. "La colección como tal surge en los años 80 cuando la Diputación adquiere la responsabilidad de completar el ciclo histórico de la representación de la provincia en las colecciones públicas donde no llegaba el Museo de Bellas Artes". Porque previamente estaba el Museo Arqueológico, el Nazarí de la Alhambra y el de Bellas Artes, que va desde los inicios de la modernidad hasta principios del siglo XX. "Pero el arte del siglo XX, sobre todo desde la segunda mitad y ya del XXI, no hay colecciones públicas en Granada que lo trabajaran, por lo que Diputación tomó ese papel y empezó una colección que mirara a los artistas contemporáneos de Granada y a obras que tuvieran Granada como tema principal para ampliar y renovar el imaginario y la iconografía de la idea de Granada", resalta Baena.
Y dentro del arte contemporáneo tiene más presencia la pintura pero también hay esculturas, fotografía y artes gráficas. Pero no solo el arte contemporáneo, los fondos también tienen una importante cantidad de obras históricas pero esas sí están repartidas también entre iglesias y centros oficiales. También viajan por la provincia en exposiciones itinerantes. Por eso la diputada de Cultura, Pilar Caracuel, nos insiste en la importancia de contar con el museo de la provincia, para "darle visibilidad" a todo el patrimonio, "ponerlo al servicio del ciudadano en el museo que irá en el Banco de España, pero también en La Calahorra o el convento de la Concepción de Guadix". "El presidente está haciendo que el patrimonio que se ha ido perdiendo lo adquiramos para disfrute de toda la provincia. No sirve para estar guardado, hay que sacarlo y nosotros apostamos por seguir con las adquisiciones y ponerlo en valor para la provincia", dice la diputada.
Dentro del edificio, en una sala totalmente protegida con puerta de seguridad, cámaras y las condiciones de humedad y temperaturas establecidas, se encuentran los 'peines' en los que cuelgan y almacenan, una tras otra, las obras pictóricas. Peines que hay que ir abriendo uno a uno para ver las obras que cuelgan como en miniexposiciones. Cada uno alberga una cantidad según el tamaño de la obra. Y cada uno representa una parte importante del arte. Las esculturas permanecen en cajas protegidas.
El acceso a la compra de las obras se realiza por procedimientos diversos. Por una parte los técnicos las localizaban, las buscaban, estando al día de exposiciones, ferias, galerías e incluso subastas. "Otras vienen por ofrecimiento de un artista, galerista, familia o particular. Aunque no todas se aceptaban porque también es una responsabilidad patrimonial. Solo se aceptaban las que merecían la pena por criterios técnicos", explica Baena. Y el mercado no se agota, es gigantesco. "Habiendo dinero y voluntad se encuentra. Esta colección cuando se empezó en los 80 y 90, había muchas obras de artistas que no había recursos como puede tener el Estado o un particular y entonces se iba a lo súper seguro. En algunos casos entonces fueron obras asequibles de artistas que ahora se han revalorizado", recuerda Baena. Como ejemplo, se adquirieron dos obras de Soledad Sevilla, reciente Premio de Artes Plásticas, que han multiplicado su valor por 10 o por 20. De hecho, lo pidió para cesión el Museo Reina Sofía y están por llegar. De toda la colección piden cesiones la mayoría de museos del país.
Y hay obras de artistas ya consagrados y otros más recientes. En los fondos de la colección de arte de la Diputación de Granada hay obras de José Guerrero, Soledad Sevilla, Hernández Pijuan, Juan Uslé, Miguel Ángel Campano, Jordi Teixidor, Rosa Brun, Rogelio López Cuenca, Pedro G. Romero, Juan Vida,... ya un par de generaciones de los 70 a los 90, muchos aún en activo, y también gente joven que se va incorporando a través d elos premios Granada de Fondo de la Diputación, donde la obra ganadora pasa a formar propiedad de la institución.
Antes, cada cuatro o cinco años se hacía una exposición con la obra que se compraba para que se viera y todavía se realizan exposiciones de selecciones de obras. Se hizo por ejemplo una temática de geometría, de colección contemporánea o de histórica. Cuando esté el museo provincial, ya todo estará para exposición fija.
En esos peines se pueden ver almacenadas obras de Miguel Ángel Campano, de Pablo Palazuelo, uno de los pintores geométricos más importantes de España, en convivencia con jóvenes talentos como Águeda Fernández Peregrina, por lo que se junta en un mismo peine obra de un gran maestro de la abstracción española con una autora joven. También se pueden ver obras de Luis Gordillo, otro gran pintor contemporáneo; anónimos de temática religiosa junto a obra de Hipólito Llanes o de Juan Uslé, pedido también por el Reina Sofía para una muestra antológica.
En la sala, junto a los peines, dos grandes cuadros protegidos por tisú de José Guerrero. Son del Ayuntamiento, que los compró para adornar el Palacio de Congresos. Pero se instalaron en pasillos y se vandalizaban, por lo que se retiraron hace ya tiempo y se dejaron en depósito en este almacén de la Diputación ya que el almacén del propio centro José Guerrero está lleno. Obras premiadas en los años 80 en el concurso Espacio Público de la Diputación comparten también espacio con otras como El Rejoneador, de Echauz, que ha estado recientemente en una exposición en la casa natal de Lorca. O Granada nocturna de Hernández Pijuán, que ha estado últimamente en Valladolid. "Las obras salen mucho", reconoce Baena.
Llama la atención un tríptico con los colores de la bandera de España de Eduardo Arroyo, uno de los grandes del arte popo, de nombre Granada. Muy cerca un Julio Juste, que aunque era de Beas de Segura desarrolló su carrera en Granada llegando a ser muy influente en los años 80. Su obra Imperial Court, corte imperial, recrea el Palacio de Carlos V de la Alhambra.
Pero también hay obras de Manuel Ángeles Ortiz o de Juan Vida de sus inicios. El resto de obra de Vida está en Condes de Gabia.
En un peine de los que muestra Baena resalta un cuadro encargado por la Diputación a Guillermo Pérez Villalta, el artista que diseñó el caballo del Ayuntamiento de Granada. El cuadro, que se llama El agua oculta, o El navegante, muestra la fundación Rodríguez Acosta y hace referencia al verso Granada, agua oculta que llora, reflejando la importancia de la cultura del agua en Granada además de ser una imagen mental del mundo interior del artista.
Mármol con latidos, de Miguel Rodríguez Acosta, sobrino de José María, también es propiedad de la Diputación. Como obras de Pere Jaume, artista catalán, o Brazam.
En el caso de la fotografía hay obras de José Muñoz, Jorge Ribalta o Susana Girón, entre otros. Obra gráfica de Jacobo Castellano también está en los fondos, o instalaciones de Rogelio López Cuenca. Una vasta colección atesorada durante años digna de un gran museo para verla y sacarla del almacén a la luz de una sala de exposiciones.
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